viernes, 23 de agosto de 2013

¿Ingobernabilidad? o ¿Estado fallido?

En un país con instituciones realmente democráticas y en un panorama en donde aparecen diversos conflictos es evidente que existe la ingobernabilidad.

Sin embargo, México aparenta una democracia y el cimiento de su estructura política todavía no obedece a la participación ciudadana, sino que todavía se conserva un esqueleto político fuertemente autocrático.

La definición general de ingobernabilidad es aquella en donde las instituciones ya no obedecen a quien gobierna. En Guerrero no es el caso. Tanto las secretarías de despacho como el poder legislativo y judicial continúan con sus actividades habituales. Hasta los programas de las delegaciones federales siguen su curso normal. Entonces no hay ingobernabilidad.

El gobernador sigue aplicando recursos para diversas políticas públicas. En consecuencia es el mandatario. Si no despachara en sus oficinas y nadie le hiciera caso, como ha sucedido en otras épocas, efectivamente estaríamos explicando que se encuentra la ingobernabilidad.

También para que haya ingobernabilidad algunos partidos políticos y/o organizaciones sociales o fácticas tendrían que movilizarse para crear un caos social. Y, hasta el momento, este ambiente no se observa.

La ingobernabilidad se sustenta cuando partidos políticos de peso nacional, a través de sus diputados o senadores, insinúan inestabilidad política en alguna entidad. Tal y como en alguna ocasión esbozó Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados del PRI, sobre el movimiento magisterial de hace cuatro meses.

En casos más graves cuando el presidente de la República alude a una renuncia “por motivos de salud” de un gobernador, como ocurrió con Rubén Figueroa Alcocer a pedido de Ernesto Zedillo Ponce de León.

No se pude ocultar la inseguridad, como tampoco que existan protestas en diversos lugares del estado.

Pero para fortuna del gobernador no se han generalizado y tampoco han adquirido la fuerza social necesaria para derrocarlo. Sin embargo, la fuerza política real del gobernador de Guerrero se sustenta en la relación política afectiva que mantiene con el actual presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien con la firma del Pacto por México, maniata a los dos partidos de oposición más importantes.

Sólo por este último dato, políticamente, no hay ingobernabilidad. Somos un país con fuerte raíz centralista.

El otro tema es que el Estado evidentemente está fallando, no cumple con las expectativas educativas, ni de seguridad, ni en la creación de empleos, ni con la protección a la salud, como tampoco con preservar el ambiente ecológico.

Está fallando porque en todos los temas anteriores tendría que cumplir. Y como se carece de organización ciudadana el gobierno o estado continuará fallando y nadie le obliga a cumplir. revistaa@yahoo.com

Movimiento social vs político

La elección como comandanta de Nestora Salgado García fue abierta, directa con la participación de su comunidad en una cancha de basquet bol en Olinalá, Guerrero.

Armando Patrón Jiménez, síndico procurador también de Olinalá fue electo a través del voto ciudadano.

El arresto de Salgado García instalada ya en una cárcel federal es por supuesto secuestro de Patrón Jiménez.

La detención del síndico procurador por parta de la policía comunitaria fue por supuesto abigeato.

El escenario de confrontación en un poblado de La Montaña Alta (altos índices de analfabetismo, desempleo y pobreza) como lo es Olinalá entre una comunidad social frente a una comunidad política es previsible.

Para evitar el enfrentamiento entre esos habitantes se ha apostado el ejército con su perfil intimidatorio. Sin embargo, no van a estar eternamente en aquel lugar.

Las rivalidades familiares en Guerrero no es tema nuevo, forman parte de su historia. En Olinalá se enfrentará la toma de conciencia social contra intereses políticos.

El pronóstico con signo de tragedia se avizora.

Por otro lado, especialistas, analistas, comentaristas y hasta el mismo gobierno reconoce que en los lugares en donde se han apostado las policías comunitarias han descendido los índices de inseguridad.

Surge la preocupación ¿a quién o a qué está combatiendo el gobierno?

martes, 20 de agosto de 2013

PRD y Morena

Los perredistas encontraron una solución a su conflicto. Aplazar su asamblea estatal, y lo mejor, integrar  una comisión ajena a los interese en pugna.
El domingo era un día de cuchillos largos. Desde el sábado, un día antes de la asamblea, dialogaron muchas horas y no encontraron una salida.
Lo anterior indica que los ánimos estaban caldeados. Sin embargo, como personajes políticos, se sentaron a dialogar. Expusieron sus argumentos -me imagino sus diferencias- y hasta sus rencores. Aplicaron, lo que en psicología se estipula: una catarsis.
No lograron un acuerdo; sin embargo, y ese el avance, intercambiaron sus resentimientos. Hasta el momento esas fobias no se han hecho públicas. Si llegaran a guardar esas inquinas la sociedad los observará como un partido, sí con desavenencias, pero homogéneo, unido.
El tema que han hecho público se le califica como tráfico de influencias y que lleva -como ellos mismos lo han calificado- a la corrupción.
Uno de ellos (Víctor Aguirre Alcaide), según lo dicho por su adversario (David Jiménez Rumbo), cobra un diezmo. Un colaborador de Aguirre Alcaide, Guillermo Matías Marrón, acusa al hermano del presidente estatal del PRD (Carlos Reyes Torres) de nombre Crescencio, quien es presidente municipal de La Unión, de inventar precios en la compra de varios productos.
Así el panorama todos -ellos- se llevan lo que consideran sobrante. ¿Y si así son los que se autocalifican de honorables, cómo serán los que en algún momento estuvieron en el poder y que se perciben ladrones? Esto da pie a escribir que a la política se le ve como el mejor mecanismo para acceder al dinero.
Si encontraron el mecanismo para solucionar sus problemas, les va a resultar positivo. En caso de continuar con esas irreconciliables diferencias, el gran ganador -como partido político- será la organización de Andrés Manuel López Obrador con su Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como morena.
Algunos perredistas están titubeando entre continuar en el PRD o pasarse a Morena. Son dos los criterios que argumenta: a) que las corrientes se han adueñado de los mejores espacios de poder y esto limita aspiraciones, y b) Morena está en proceso de formación y esta cualidad se presenta como campo fértil para sus aspiraciones personales. revistaa@yahoo.com

viernes, 16 de agosto de 2013

Los perredistas de Guerrero nos "muestran" sus trapos sucios.

El objetivo es ganar, primero, el comité municipal de Acapulco; luego vendría el Comité Ejecutivo Estatal y después la candidatura a gobernador.

Acapulco es el lugar de mayor concentración electoral, millón y medio.

De las más de 10 organizaciones o corrientes políticas perredistas que realizan política en Guerrero, en el actual conflicto, se han reducido a dos grupos.

Las corrientes visibles u organizaciones que se podría decir encabezan los dos grupos son: Unidad de Izquierda Guerrerense y Grupo Guerrero; el primero la encabeza, Víctor Aguirre Alcaide, actual coordinador del Comité de Planeación del Estado de Guerrero (Copladeg); el segundo, David Jiménez Rumbo, ex secretario de Desarrollo Social y ex senador.

De acuerdo a declaraciones de Jiménez Rumbo, Aguirre cobra el diezmo a presidentes municipales por la gestión de apoyos y el 10% a empresarios por obras públicas.

Aguirre contestó que Jiménez Rumbo cobra en el Congreso, Tribunal Estatal Electoral y el Comité Ejecutivo Estatal del PRD.

Imagen que nos envían: un corrupto acusa a otro corrupto.

Interpreto: uno es cerdo y el otro cochino.

Conclusión: son marranos, con lo cual alejan a ciudadanos que esperaban que este partido iba a ser la opción política.

lunes, 12 de agosto de 2013

Diálogo, negociación ¿para qué?

Es común escuchar que los políticos dialogan y negocian para llegar a acuerdos. Lo que ya no es ordinario es oír ¿para qué propósito? Y el objetivo de la política, en el mejor de los casos, es evitar conflictos o, por lo menos, causar el menor problema.
Cuando estalla la crisis, en sus diferentes modalidades, ha sido consecuencia de que una de las partes involucradas se encuentra en desacuerdo con los resolutivos. En otra palabra no hubo consenso.
Expongo tres vertientes de desavenencias políticas.
En el PRD, se han conformado dos grandes grupos para disputar la integración del Comité Directivo Estatal. Unos, desean que haya elecciones para que sus militantes voten por quienes los van a dirigir; otros, que las organizaciones, actualmente en el poder, sean quienes designen a los directivos. Por supuesto, los segundos, a través de reuniones intentaron convencer a los primeros con la posibilidad de evadir problemas con el método de la indicación; los otros prefieren la democracia y lo que esto conlleva. No hubo coincidencias entre esos dos grupos y se van a elecciones con la participación de la militancia.
En el PAN dos diputados locales, Efrén Parra Gómez y Jorge Camacho Peñaloza, según su presidente estatal, no informaron con antelación sobre su postura para aprobar la cuenta pública del gobierno estatal. En el fondo se percibe que hubo un arreglo económico entre los diputados y el poder ejecutivo estatal. Y lo que estaba solicitando el presidente estatal panista que le tocara “algo” de ese arreglo.
Al principio no hubo acuerdo; tras la denuncia se reunieron, se arreglaron y ahora pocos se acuerdan del incidente. Prosperó la negociación.
En el PRI el pleito es por acaparar la atención para la candidatura a gobernador. Son dos personajes: Mario Moreno Arcos y Cuauhtémoc Romero Salgado. Éste último pidió un compás de espera para la pronunciación y el primero no estuvo de acuerdo. Han charlado sobre el punto y Moreno Arcos persiste en su objetivo de colocarse en el consciente colectivo. El mismo propósito ha desplegado Cuauhtémoc con declaraciones a medios de comunicación hasta en temas triviales. Las diferencias permanecen a tal grado que, un tercero (el presidente estatal del PAN), ha demandado legalmente ante el Instituto Estatal Electoral a Mario Moreno Arcos. Aquí, evidentemente no habrá reconciliación, si se compara con los panistas.
En donde existen muestras de negociación política es en el ámbito nacional con la intención de disminuir la inseguridad. Prueba de ello son las recientes liberaciones de Sandra Ávila Beltrán  -la reina del pacífico- y de Rafael Caro Quintero. Si el mal va a ser menor, es producto de un acercamiento. Y esta es la finalidad de la política. revistaa@yahoo.com