La licencia de Ángel Aguirre Rivero para dejar el cargo de
gobernador de Guerrero lleva una revisión somera de mandatarios estatales
mexicanos que han sido presionados para dejar el cargo. La base de los datos están
consignados en el periódico Mileno bajo la firma de Rosa Emilia Porras Lara.
Evidentemente los comentarios en cursivas son de quien suscribe el presente
texto.
Guerrero presenta dos casos de licencia: Rubén Figueroa Alcocer
y el reciente de Ángel Aguirre Rivero. Los otros acontecimientos del 60 con
Raúl Caballero Aburto, fue una desaparición de poderes.
Alcocer estuvo en el cargo 3 años de 1993 a 1996. Rubén Figueroa pidió licencia definitiva ante el Congreso del
Estado el 12 de marzo de 1996, luego de ser señalado por organizaciones
sociales como responsable del asesinato de 17 integrantes de la Organización
Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) el 28 de junio del año anterior, en la
llamada masacre de Aguas Blancas. Lo sustituyó en el cargo Ángel Aguirre
Rivero.
La licencia fue pedida por el presidente de la República,
Ernesto Zedillo Ponce de León, ya que Figueroa es íntimo amigo de la familia
Salinas de Gortari. En aquellos años las diferencias entre el presidente y el
ex presidente eran mayúsculas, a tal grado, que se exilió Salinas en Cuba y en
Dublín, Irlanda.
En Baja California, Xicoténcatl Leyva Mortera pidió
licencia al cargo en 1988, a un año de concluir su mandato, por lo que
describió en su licencia como
"resultado de las circunstancias del momento político". Ese año Leyva
reconoció el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas sobre Carlos Salinas de Gortari en
la elección presidencial.
Carlos Salinas de Gortari escribió el libro “La década perdida” donde
nos publica, entre otros temas, las actas de escrutinio donde él demuestra que
ganó las elecciones de 1988. Sin embargo, el 5 de mayo de 1989, apenas a 10
meses de haberse celebrado las cuestionadas elecciones federales, se incendió
el Palacio Legislativo de San Lázaro, lugar donde se encontraban las actas de
escrutinio. Era la única prueba de resultados reales de la competencia
electoral.
Eduardo Robledo, gobernador de Chiapas duró solo 70 días
en el gobierno del estado, solicitó licencia al cargo después de la aparición
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) 1994. Lo sustituyó Julio
César Ruiz Fierro.
El surgimiento de los indígenas fue una expresión de presión
política frente a Salinas de Gortari ya que en este año se firmaba el Tratado
de Libre Comercio con la idea de ofrecerle al mundo, que en México ya no había
pobreza, que había sufrido un tremendo cambio.
La imagen de Salinas era extraordinaria ante el mundo e indicaba
que él tenía el control económico y político del país. Esa representación
estaba encarnada en Luis Donaldo Colosio, hechura de Salinas, quien vendría a
darle continuidad al proyecto económico y político del ex presidente Salinas.
Los enemigos de Salinas no cayeron en el garlito y tuvo un
término trágico con la finalidad de impedir el poder tras el trono.
En Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri fue gobernador de
1988 a 1992. Dejó el cargo tras las explosiones del alcantarillado en
Guadalajara, que dejaron como saldo 210 muertos y más de mil heridos. Carlos
Rivera Aceves fue nombrado gobernador sustituto.
En realidad la responsabilidad era de Pemex por la fuga de
gasolina a consecuencia de la deficiente red de distribución de líquido. El
contrato de esa instalación, con severas fallas fue firmado por un burócrata de
nombre, Miguel De la Madrid Hurtado, quien a la postre sería presidente de
México y padrino de Salinas de Gortari.
Además el director de Pemex es un protegido de Carlos Salinas de
Gortari, cuyo nombre responde a Francisco Rojas.
Era la cabeza del gobernador para proteger a un ex presidente y
a un amigo de Salinas.
Por problemas de salud, Fausto Vallejo solicitó licencia
temporal al cargo de gobernador de
Michoacán tres veces: la primera en abril de 2013, solo dos meses después
del surgimiento de las autodefensas; la segunda en agosto y la tercera en mayo
de 2014. El 18 de junio de ese año dejó el cargo de manera definitiva.
El Congreso de Michoacán eligió como gobernador al
académico Salvador Jara. Jesús Reyna, ex secretario de Gobierno del estado y
gobernador interino durante las ausencias de Fausto Vallejo, fue detenido en
abril de 2014 por presuntos nexos con la delincuencia organizada.
La caída del gobernador y del secretario de gobierno fue
resultados de una pugna política entre los equipos del poder ejecutivo federal
frente al hombre que se dice está detrás de la silla en el presente sexenio.
La salida “neutral” fue nombrar al rector de la Universidad
Nicolaíta bajo el impulso del grupo de Miguel Ángel Osorio Chong.
Jorge Carrillo Olea dejó el cargo de gobernador de Morelos
en mayo de 1998, tras un juicio de procedencia, e inhabilitado por 14 años para
ocupar un puesto en el servicio público por su responsabilidad en actos de
omisión en los delitos de secuestro y homicidio.
Jorge Morales Barud asumió como gobernador interino y dos
años después lo reemplazó Jorge Arturo García Rubí, designado por el Congreso
estatal para ocupar el cargo del 18 de mayo al 30 de septiembre del 2000 para
empatar las elecciones estatales con las federales.
Carrillo Olea era plenamente identificado con el equipo político
de Fernando Gutiérrez Barrios, uno de los hombres con mayor información sobre
el servicio secreto del país. Hábil como es Salinas, lo nombró secretario de
Gobernación, con la idea de tenerlo cerca.
Sócrates Rizzo renunció a la gubernatura de Nuevo León el
18 de abril de 1996, luego de una crisis política generada por los escándalos
de corrupción de funcionarios en su administración y por el crimen del
reconocido abogado Leopoldo del Real Ibáñez. Fue reemplazado por Benjamín
Clariond.
El nombramiento de Clariond era con la intención de fortalecer
las relaciones políticas entre el gobierno federal y los empresarios del norte.
Éstos han sido reacios a llegar a acuerdos con el poder político central y
específicamente con priistas. El signo de ese distanciamiento lo observamos en
el apoyo que le ofrecieron en 2012 a Andrés Manuel López Obrador.
Ramón Aguirre ganó la elección de 1991 de Guanajuato, pero
el PAN alegó fraude y el priista decidió no tomar posesión del cargo. El
Congreso del Estado designó gobernador provisional al entonces alcalde panista
de León, Carlos Medina Plascencia.
Eran los primeros signos de las llamadas concertacesiones en
donde el PAN se convertiría, en el corto plazo, en la primera fuerza electoral para conquistar la presidencia en el 2000.
Fausto Zapata ganó las elecciones estatales en 1991 en San
Luis Potosí, pero cuatro días después renunció al cargo entre las presiones del
candidato de la coalición formada por PAN, PDM y PRD, Salvador Nava, quien
denunció fraude electoral. Fue sucedido por Gonzalo Martínez Corbalá.
El gran luchador social Salvador Nava representó en su momento
lo que hoy se conoce como resistencia civil pacífica. Este movimiento es
ilustrativo del futuro que hoy se observa en Guerrero con la movilización de
miles de personas con su objetivo –ya cumplido- de derrocar a Ángel Aguirre
Rivero. Luego de impedir la asunción de Fausto Zapata, todo quedó igual.
De los casos aquí anotados el mayor número de gobernadores –en desgracia
política- corresponden al sexenio de Carlos Salinas de Gortari. revistaa@yahoo.com