jueves, 29 de junio de 2017

Alianza y/o coalición

Las palabras alianza o coalición en el terreno político están desgastadas; sin embargo, adquieren una redefinición nueva en el ámbito mexicano.

Defino alianza. Simplemente es juntarse para ganar, ya sea un espacio político o la aprobación de una reforma legislativa. Por lo general se unen de manera coyuntural.

Coalición es una manera de comprometerse a llevar a cabo una forma de gobierno. Discuten y llegan al acuerdo de objetivos de cómo y a quién beneficiar. De la conformación del gabinete, en donde se esperaría que fuera por perfiles.

Incluso del porcentaje de puestos administrativos por cada partido coaligado.

Supongo que platicaron de un plan o proyecto de país. Además todas las acciones tendrían que ser públicas para que la sociedad se entere qué va a suceder cuando todos o la mayoría de partidos suscriban la coalición.

Si existiera una sociedad con cultura política tendría que realizar acciones para presionar y evitar que continúe la impunidad, y que los abusos sean castigados.

El término alianza en definición política, en estos momentos de zozobra a causa de la inseguridad, se entiende como confrontación. Unos contra otros. Independientemente de inclinaciones ideológicas.

La coalición presupone diálogo para arribar a pactos. Visto así, la palabra coalición se antoja benéfica, porque se entiende que “todos” combatirían o se arreglarían con la otra fuerza que los mismos políticos han calificado como crimen organizado.

La palabra coalición contempla a todos o por lo menos a la mayoría de los partidos políticos. Y en esta posición quienes han realizado política toda su vida les causa escozor porque, en el fondo, conciben que los priistas, con esta iniciativa, desean permanecer dentro del presupuesto. Y además, conservar la impunidad.

Les molesta porque “por eso han luchado, para que haya alternancia o, mejor, quitarlos del poder”.

La alianza o las alianzas, hasta el momento, se han conformado para derribar a quien consideran un enemigo, como son el PRI y/o Morena.

Los políticos profesionales envían el mensaje de que debe haber acuerdos para evitar más conflictos. Y allí está la palabra coalición.

martes, 27 de junio de 2017

PRI hace política para ganar o conservar el poder

En 2006 cuando el PRI volvió a perder la presidencia -segunda ocasión- se pensaba que este partido o tendría que cambiar de nombre o desaparecer.

Los comentarios partían del sofisma del juicio de ser un partido longevo y caduco.

Pasado el tiempo se descubre que hubo una división de la coalición gobernante. En 2000 y 2006. Los renos contra los dinos. O los jóvenes contra los viejos. O conservadores frente a liberales.

En 2006 se dejaron perder porque presentaron a un pésimo candidato a la presidencia. Es un tramposo, así lo definieron. El nombre: Roberto Madrazo Pintado.

Miles de priistas buscaron cobijo. Se trasladaron a partidos aliados y muchos fortalecieron al PRD. Con ellos ganaron gubernaturas, el mayor número.

Los priistas saben hacer política y se escudan o defienden con el calificativo de “demócratas”. En realidad son pragmáticos.

Los priistas han regresado al poder ejecutivo federal y al estatal y hacen política, la cual consiste en conservar el poder y para ello aplican todas sus artes.

Por ejemplo, trabajan en Acapulco a pesar de carecer del poder municipal. Apenas en las recientes elecciones para comisarías el PRI dio muestra de su labor política.

El 11 de junio estuvieron en juego 40 comisarías de las cuales el PRD y la alianza obtuvieron un triunfo en 28, con un total de 7 mil 806 votos; mientras que en las elecciones del 18 de junio se eligieron 14 comisarías y de ellas el Sol Azteca ganó seis, las de mayor población, obteniendo 7 mil 268 votos, mientras que el PRI obtuvo un 5 mil 902 votos.

En lo que corresponde a las elecciones del 25 de junio, donde se disputaron diez comisarías, una de ellas extraordinaria, el PRD y la alianza obtuvieron el triunfo en cinco lugares, logrando así 10,653 votos, mientras que el PRI obtuvo 8 mil 693 votos.

Los datos provienen de los mismos perredistas y nos indican que el PRI estuvo muy cerca de ganarles; es decir, tiene presencia y va a dar la pelea en Acapulco el próximo año.


Si en el 2000 y 2006 se bifurcaron y perdieron. Ahora se presenta un rasgo similar con el empecinamiento de Rubén Figueroa Smutny.

lunes, 26 de junio de 2017

Fuego adicto tricolor

Algunos comentaristas de temas políticos señalan y coinciden en que Marco Antonio Leyva Mena, presidente municipal de Chilpancingo, “no ha dado el ancho”, como dirían las costureras.

Es decir, que le quedó grande el puesto de presidente municipal de Chilpancingo, por lo que ha fallado en varias políticas públicas. Ha cometido varios deslices que se ha pensado en que la próxima contienda electoral será ganada por el PRD.

De acuerdo a la teoría política la alternancia de poder aterriza cuando la coalición gobernante sufre una división. No se da el cambio por una pésima administración, en este caso de Leyva Mena.

Y las diferencias priistas se han manifestado. Y es lo que realmente provocaría que el PRI pierda el municipio más importante en lo administrativo y en lo político, ya que aquí se asientan los tres poderes.

Desde mi perspectiva quien evidenció que los priistas estaban dejando solo al señor presidente fue el mismo Marco Antonio Leyva Mena.

En una conferencia de prensa, de las que organiza cada martes, y fue la primera de este mes de junio, Leyva Mena señaló que los priistas de Chilpancingo no estaban acompañando al poder ejecutivo municipal con su respectivo trabajo político.

Hasta donde recuerdo no dijo más.

Se refería, así lo entendí,  a que los priistas se limitaban a pedir para realizar gestoría pero que no se reflejaba en las colonias.

Marco repartió responsabilidades, en caso de perder el historial priista en Chilpancingo.

Agregó, Marco Leyva, palabras más frases menos: los priistas están dejando solo al presidente.

De inmediato me mente acudió a la cultura priista. Esa que es vertical. En donde la base hace o repite lo que aplica “el jefe”.

Es decir, para mí, Marco Antonio Leyva Mena, no ha podido ser líder en la capital del Estado, a pesar de tener el poder municipal. O, de plano nunca hubo acuerdo para dejar a Marco al frente del municipio y lo sintieron como otra imposición.

Parece que los priistas se dijeron: “solo llega, pues solo que se las arregle”. Y en estas condiciones han cooperado para ponerle dificultades.

En estos últimos días Marco, presidente municipal, se ha enfrascado en diferencias públicas con el presidente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, quien subrayó la soledad de Leyva Mena. Huico dijo que cada quien tiene su esfera de responsabilidades.


Ya no se vieron como compañeros de partido, sino como auxiliares. Y esto indica enfrentamiento, situación que ofrece claramente una división de la cúpula priista.

domingo, 11 de junio de 2017

¿Quién es aliado del PRI? ¿Morena o PRD?

La confusión es mayúscula. ¿Quién es aliado del partido en el poder?

Si me amarro a la declaración de Andrés Manuel López Obrador de que quien traicionó una posible alianza de las izquierdas, fue el PRD; en consecuencia este partido fue aliado del PRI.

Sin embargo, percibo, como millones de mexicanos que la mejor fórmula para derrocar al tricolor es una gran alianza de las izquierdas y lo enterrarían -me refiero al PRI- sumando a los panistas.

Aquí expongo esta idea de suma de “todos” para arrebatarle el poder al partido de la  banderita. Muchos pueden argumentar que los principios e ideales difieren en ese “todos”; por eso digo que en esencia el objetivo es político. Es decir, ganar o conservar el poder.

En política son necesarias las alianzas. Se facilita obtener el triunfo cuando se dan alianzas con “instrumentos” organizados. En el caso mexicano con partidos políticos o con organismos que representan un interés similar, baste citar al magisterio.

Solo o casi solo, como lo está planteando López Obrador, para competir en 2018 es complicado y difícil que logre su objetivo de sentarse en la silla presidencial. LO dijo que Morena sólo irá en alianza con el PT y calificó de mercenarios a los perredistas. Hasta donde leí no hizo distinción si dirigentes o de base de este partido.

El Partido del Trabajo en las pasadas elecciones de 2015 estuvo a punto de perder su registro porque apenas y pudo cumplir con el 3 por ciento de la votación que se requiere. Información periodística dio cuenta de que “alguien le ayudó” para satisfacer el requisito. El PT carece de peso político.

No se ve una rendija para conformar un frente con ese calificativo endosado por AMLO. Destruye desde ahora la posibilidad de una sociedad, por lo menos, de izquierda. Y si no van juntos se desprende la sospecha de que AMLO es quien podría estar “jugando sucio” para evitar quitar del poder al PRI.

Líneas arriba escribí que la mejor opción para conquistar el poder por parte de los enemigos o adversarios al PRI, es una gran alianza de “todos”.

La otra alternativa, creo que de AMLO, es convencer al sector abstencionista. Este grupo, sí mayoritario (cerca del 50 por ciento), pero que no le da credibilidad al sistema político ni electoral. Siente y piensa que ya todo está decidido. Que lo electoral es una farsa.

AMLO ¿será capaz de persuadir o, mejor todavía, convencer a los abstencionistas de que acudan a las urnas? Puede ser. Sería, porque no decirlo, un milagro.


Por el momento, el calificativo de AMLO dirigido a los perredistas me inclinan a pensar que se están peleando, esos “todos”, por ser el mejor aliado del partido en el poder.

miércoles, 7 de junio de 2017

Dos a uno,el pasado y el futuro en política

El proceso electoral del fin de semana fue dos a uno. Estuvieron en juego tres gubernaturas y alcaldías en Veracruz.

Ganó el PRI el Estado de México y Coahuila. Para la alianza PAN PRD fueron Nayarit y la mayoría de los municipios en Veracruz.

Morena, en el Estado de México, ganó el segundo lugar a escasos 3 puntos porcentuales debajo del primer lugar. No participó en Coahuila y en Nayarit obtuvo 11 por ciento.

Interpretaciones:

Dicen los de la izquierda que unidos le ganan al PRI. Matemáticamente si, y aplastarían al tricolor si van en alianza con los azules. Es decir, no serían dos, sino tres frente al PRI.

El primer problema de las izquierdas es determinar si primero candidato o proyecto.

Muchos líderes de izquierda saben que si se discuten candidato les gana Andrés Manuel López Obrador con las consecuencias de ser súbditos. Ni siquiera compañeros.

AMLO entiende que si debaten proyecto es hablar de espacios políticos y con ello siente que lo acotan.

Morena es una fuerza política por si sola. Es su ventaja y al mismo tiempo su soberbia. También es necesario hacer notar que no brío a nivel nacional, por ejemplo, en el Norte le pertenece al PAN. 
Insisto sólo juntos (tres) hundirían al PRI.

Las diferencias políticas de Morena y PRD son irreconciliables.

El PAN salió bien librado y con ello le da para pensar que lo deben apoyar para 2018. AMLO es obcecado y con descrédito en su palabra.

Lo que mata a los de PRD y PAN son sus desproporciones internas.

Los amarillos las exteriorizan de inmediato; mientras que los azules las ocultan al público pero las  manifiestan cuando es necesaria la unidad en los procesos electorales.

Morena gira alrededor de AMLO; por su parte PRD y PAN, por el momento están, literalmente, partidos.


Si le quieren ganar al PRI en 2018, le tendrían que aplicar, por lo menos, el 2 a uno.

El secretario de Educación, Aurelio Nuño declaró el 7 de junio -día de la Libertad de Expresión- que primero el Plan y luego el hombre en alusión a la contienda por la candidatura del PRI a la presidencia en 2018. 

Dijo Plan y eso significa una estrategia para conservar la unidad priista. Tal vez quiso decir Proyecto, pero de esto se desprende su nivel político y su altura de miras.

Otra interpretación al dicho de Nuño es que "cualquiera" puede ser el ungido. El ejemplo lo ofrecieron en el emblemático Estado de México. Personaje -Alfredo del Mazo-de un grupo (Atlacomulco) que no era popular y gana por escasos tres puntos porcentuales.

Lo interesante será observar qué partido logra el mayor número de alianzas. En caso de que utilicen como propaganda que los priistas hacen alianza con el pueblo; irían un paso atrás de López Obrador.