PAN PRD alianza ¿qué pasará Edo de México?

Dos frases políticas apuntalan un posible triunfo del PRI en el Estado de México. Divide que vencerás y no se mezcla agua y aceite.

Los sesudos priistas en colaboración con cúpula panistas y élite perredista están intentando disminuir la fuerza de Andrés Manuel López Obrador.

AMLO sería o el gran perdedor o el gran ganador en el Estado, entidad con mayor peso político y económico en el país.

La alianza PAN PRD y al mismo tiempo la otra asociación de magisterio Morena llevan el mensaje de disminuir (políticamente) al nuevo partido ubicado a la izquierda. No se puede olvidar en este objetivo de socavar a Morena la campaña de desprestigio que encabezó Eva Cadena, la mujer que recibió dinero para entregarlo supuestamente a AMLO.

Los realmente ganadores del siguiente proceso electoral a celebrarse en el Estado de México son: primero el PRI. Con esto -en caso de ganar- evitar el golpe psicológico de que si llegara a perder directamente sucumbiría en las presidenciales para 2018.

Los otros actores gananciosos serán los dirigentes del PAN y del PRD.

Es evidente que, al cuarto para las doce, no van a alcanzar una alianza del 50 por ciento. Van a encontrar resistencias en su base electoral y esto se traduce en una división interna de cada partido.

La gente con cierta información ideológica no permite que su manera de pensar vaya a apoyar a otro candidato. Resquebraja la oposición priista. No están de acuerdo con una mezcla de dos maneras distintas del accionar político.

López Obrador careció de la paciencia que se requiere en política. Orilló a sus posibles aliados a desesperarse por su intransigencia que se puede interpretar “o estás conmigo o contra mí”.

El mensaje político no se limita a lo que apunto líneas arriba. Dividir y un amasijo. Sino a que observen esos que se dicen sus socios políticos a un López Obrador totalitario.

Es altamente posible que Morena, de acuerdo a los resultados electorales, pase de los primeros lugares a ocupar un cuarto sitio. Y además que en caso de seguir en las charlas para 2018 y conformar una gran coalición contra el PRI, AMLO baje del pedestal para equipararse con los otros candidatos ya del PAN o del PRD. Es decir, que tendría que considerar un apoyo a otro personaje que no sea él.

Morena presenta exiguas posibilidades de triunfar, pero en política, suele suceder.

Candidato independiente a la presidencia (éste sí independiente)

¿Un personaje de los llamados independientes realmente tiene oportunidad de ganar la presidencia en México?

En términos cuánticos, sí. Una gran ventaja.

En una apreciación real, ninguna.

Desde una visión alentadora, efectivamente, un candidato independiente puede ganar la presidencia, pues más del 60 por ciento de la población deja de acudir a las urnas.

El abstencionismo es muy alto en procesos electorales en México. La gente, así lo ha manifestado en múltiples encuestas, desconfía de los partidos políticos y de quienes lo representan. Son deshonestos y mentirosos, en resumen.

Por lo anterior son preeminentes los candidatos independientes.

Los detrimentos de un candidato independiente son la ausencia de un verdadero interés de participar por parte de la sociedad, precisamente porque duda de los procesos electorales, percibe que ya está arreglado el asunto. Que su voto es manipulado.

Evidentemente esto ya no es cierto en el sistema político mexicano. Un proceso electoral en México se encuentra muy blindado y los resultados son como lo indican los votantes. No son fraudulentos.

En realidad la persuasión y presión se realiza de diversas maneras antes y en el día de la elección, pero es imposible cambiar cuando el sufragante se encuentra solo frente a la boleta y éste ya emitió su decisión.

En la política mexicana el dinero es vital, porque ya se arraigó la cultura de obtener “algo” a cambio del voto. Un candidato independiente carece de este recurso. En cambio cualquier partido obtiene dinero de sus militantes y del mismo gobierno porque así lo determinan las leyes.

La estructura de un partido político es importante, porque los integrantes juegan un rol de primer nivel.

El tema central de un candidato independiente es el abstencionismo. Fue lo mismo por lo que ganó Trump en Estados Unidos. El voto latino no cree en los procesos electorales.

El último candidato independiente (éste si es independiente, en comparación con Armando Ríos Piter) es Sergio Arau Corona, quien creó el grupo musical Botellita de Jerez y filmó la película “Un día sin mexicanos”. Hijo de actor de nombre Alfonso, quien protagonizó "Calzonzín inspector" y financió la cinta "Como agua para chocolate, entre otras cintas.

La intención es buena, pero el ambiente todavía no es propicio para un candidato independiente.

Aguirre Rivero vórtice del perredismo ; su líder

Por lo menos dos líderes de corrientes políticas consideran que Ángel Aguirre Rivero, ex gobernador de Guerrero, es el dirigente formal de este partido.

Uno de ellos es Víctor Aguirre Alcaide y el otro es el diputado local Sebastián de la Rosa Peláez.

El primero, en estos días “subió” a su muro de Facebook, una fotografía junto al político, ex priista y ahora perredista. Al pie de la imagen escribió Alcaide que platicaron sobre diversos temas para el desarrollo del Estado. Entre ellos, supongo, política.

De la Rosa Peláez, en una entrevista periodística, declaró que Aguirre Rivero podría ser un candidato para presidente municipal de Acapulco.

Las expresiones se conocieron en tiempos y por supuesto lugares diferentes.

Las consideraciones dan como resultado que los perredistas han sido incapaces de formar sus propios cuadros. Por lo tanto tienen que recurrir a personajes que sí saben hacer política.

Sin embargo, la idea que se tiene del ex gobernador es que fue responsable de los acontecimientos de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Hasta el momento no se ha demostrado ningún vínculo, pero la percepción social se inclina a defenestrarlo.

Por lo menos éstos dos perredistas, líderes de dos corrientes de opinión internas del perredismo, saben que Aguirre Rivero es un hombre que sabe hacer política y por eso conserva relaciones que le podrían llevar a ganar el puerto, donde, por lo menos, De la Rosa lo postula.

Aparte de que el PRD no ha formado sus propios cuadros; el hecho de nombrar a Aguirre Rivero, a pesar de lo que se diga de él, es que carecen de una personalidad o liderazgo que los pueda aglutinar. Su diversidad en lugar de transformarse en riqueza es síntoma de debilidad.

Cada corriente perredista es altamente autónoma. Todos se sienten líderes; sin la capacidad de ofrecer nuevas ideas para agruparlos y poder conseguir mejores espacios políticos. Eso es lo que ven en Aguirre Rivero, un ente superior.

Si partimos de la idea de que la sociedad está más informada, Aguirre Rivero nada tendría qué hacer en cualquier espacio que quisiera participar. La comunidad tendría que socavarlo.

Dos liderazgos del perredismo, y que han aprendido a sobrevivir en este marasmo, se inclinan con fervor por Ángel Aguirre Rivero. Algo sabrán o estos perredistas con su colmillo (ya retorcido) huelen que el ex gobernador los podría salvar.

Aguirre Rivero, de acuerdo a las expresiones de dos perredistas, sería algo así como el vórtice del perredé guerrerense.

Mensajes políticos de Francia a la clase política mexicana

En Francia ganó la derecha y derrotó a la ultra derecha. Macron se impuso porque lo apoyaron el gobierno en turno y la fuerza política ubicada en cuarto lugar.  (La Jornada de circulación nacional nos ofrece una infografía de quiénes apoyaron a una candidatura de imagen independiente).

Los otros, los contrarios a Macron son Le Pen y los llamados socialistas de Jean-Luc Mélenchon. Acá le diríamos se junto el agua y el aceite. Fracasaron.

Pero no todo está perdido para esta alianza (rara), pues al parecer van a ganar en lo que nosotros conocemos como Cámara de diputados.

Los mensajes que observo son los siguientes:

a) Se va a insistir en México sobre el tema de la segunda vuelta. No está en nuestras leyes, pero la composición de priistas y panistas en el Congreso de la Unión podrían abrir el debate para luego legislar a favor de esta posibilidad. Ambos partidos podrían cerrarle el paso a Andrés Manuel López Obrador.

b) El grupo que he visto más interesado en que se lleve a cabo la segunda vuelta en el próximo proceso electoral en este país son los judíos. Son los que realmente tienen dinero, los reales inversionistas. Un grupo poderoso.

c) Ya lo anoté en el segundo párrafo del presente texto puede haber un acercamiento político (alianza no formal) entre la izquierda –en este caso PRD- con el PRI. Sospechoso o raro, pero así es la política. Unidos éstos con el PAN dejan fuera a AMLO en sus aspiraciones. Es el adversario a vencer.

d) Los tiempos políticos son importantes. En Francia se desarrolló la primera vuelta como algo normal. En la segunda llegaron los acuerdos. En México AMLO percibe que ya están los tiempos políticos para concretizar un acuerdo entre las izquierdas. Los otros partidos, con paciencia, dejan que el tiempo fluya porque, supongo, están platicando con los demás. Con todos, porque así es la política.

e) Las alianzas son vitales. Un candidato, por muy popular que sea, con su partido no gana. El PRI conserva a su eterno aliado el Verde y algunos casos partidos locales. El PAN solo, es la segunda fuerza política, porque su integración es ideológica y de intereses comunes. Lo que no presenta el PRD.

f) Asoma en el abanico de posibilidades de triunfo una candidatura independiente. Jorge G. Castañeda señala a Armando Ríos Piter. Para quien escribe este personaje político confunde a la considerada izquierda, pues el último desempeño político de Ríos Piter fue de senador por el PRD.

La segunda vuelta, casi impediría, un triunfo de AMLO. La última señal de lo que sucedió en Francia es que habrá alianzas extrañas o raras. Como la que se menciona (sin comprobar) en el periódico Reforma de que el SNTE apoyará a Morena en el Estado de México.

Morena PRD

Cada partido mostró su bíceps. Uno sábado y otro domingo. Para un servidor, empatados. Cada simpatizante dirá que su partido llevó más gente. Cuestión de gusto.

Lo cierto es que unidos o juntos son una fuerza de respeto. Separados le arrebata el triunfo otro partido.

Los perredistas lo saben porque han vivido en carne propia la división interna en, por lo menos, tres municipios trascendentales en diversos momentos: Acapulco cuando les ganó Manuel Añorve; Iguala con el triunfo de Esteban Albarrán Mendoza (agregarle el caso de los 43 desaparecidos), Zihuatanejo con Alejandro Abarca.

Con sus conflictos los perredistas se hicieron trizas.

En Guerrero miles de los que eran perredistas se pasaron a Morena. Mas la gente que logró persuadir López Obrador, fortalecieron a este joven partido. En esencia son los mismos liderazgos con Morena, con otra base.

En política es vital la estructura, personas que han conservado lealtades. Que han distribuido beneficios. Eso lo vimos el fin de semana cuando cada corriente de opinión del partido PRD convocó a sus huestes en diferentes sitios de Chilpancingo.

Es cierto, los perredistas muestran diversidad ideológica y eso es una riqueza en los debates; pero también es debilidad cuando los acuerdos finales son violados por alguna de las partes. No han aprendido a ser institucionales.

Morena tiene un gran líder, no se puede ocultar y este tipo de liderazgos (único) le otorga robustez política tanto al partido como a quien se asume como dirigente. Se hace lo que el señor diga.

Esta situación de decisión vertical lo hemos vivido con el sistema de partido único y hegemónico con el PRI. Y esto, ¡que contradicción!, le dio estabilidad a un país durante más de 70 años. Estamos a punto de retornar a una etapa que creíamos superada.

Sin embargo, momentos históricos se repiten y si así lo quiere la gente, pues habría que aceptarlo.

En el escenario autoritario no hay discusión, y mucho menos debate, por lo tanto mina la participación de ideas. Tampoco habrá reflexión.

No solamente están en juego, en una mezcla de las izquierdas, diferentes posiciones políticas, sino que la riqueza de la diversidad, de conocer otras posiciones políticas, otros puntos de vista.

Repensar, volver a reflexionar. A lo mejor es lo que requiere este país. Uno que nos diga qué se tiene qué hacer, que se incremente la flojera a pensar de otra manera.

Radio UAGro; otra radio, alternativa y resultados

Radio Universidad, radio UAGro cumple 35 años.Desde sus inicios se planteó darle voz a los “sin voz”. En términos académicos dentro del campo  de la comunicación sigue representando a la tercera opción en esta área.

La primera alternativa es la radio comercial. La que vende y se vende. Donde, todavía, se decantan otras opiniones; se amplifican las que ellos quieren.

Es la más antigua y habría que reconocerlo o admitirlo la que mayor cobertura realiza y también la de considerable auditorio. Con la deficiencia que o poco participa o carece (según sus dueños, porque el tiempo es oro o dinero) de auditorio actuante.

La segunda elección es la radio oficial, la radio que crearon los gobiernos federal y estatales, precisamente para dar a conocer lo que están llevando a cabo a través de programas gubernamentales.

El perfil de este tipo de radio ha sido, para intentar llamar la atención, ofrecerse como cultural; es decir, narrar cómo son las comunidades de cada territorio a la que pertenece. Como no se ha entendido, con cabalidad, qué hacer, cayeron en una copia infiel de la primera alternativa.

En consecuencia ni lograron penetración como tampoco son competencia. Al igual que la radio comercial es obtusa con la participación de otros puntos de vista.

Radio Universidad, XEUAGro, nace, de acuerdo a la coyuntura nacional, cuando otras instituciones de educación superior, se plantean que sus opiniones deben escucharse en su comunidad.

La lucha por el reconocimiento a ser una emisora del pueblo y para el pueblo tuvo episodios épicos.

En los primeros años de XEUAG el gobierno federal interpuso una señal para evitar que se escuchara lo que los universitarios guerrerenses percibían de las actividades gubernamentales e insistir en oír las opiniones "de los sin voz".

Hasta que llegó al poder gubernamental del Estado de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, quien colaboró para que se le otorgara un permiso, le llaman tolerado.

Radio UAGro es un medio que ha servido para comunicar-se. Cumple con el periplo de informo y escucho lo que piensa la gente. Ha abierto el espacio para tratar de entender la pluralidad, así como el respeto y sobre todo iniciar el camino a la tolerancia.

Los que colaboramos en esta emisora, estoy convencido, nos ha ayudado a madurar. A entender que existen otras opiniones. Otros juicios y que quien escucha se va formando su propia sentencia.

Todavía existen rémoras de autoritarismo y de obnubilación, cuando se da el tiempo para un debate; pero esa circunstancia ha servido para continuar en la reflexión.

Es evidente la ausencia de otros universitarios, para que a través de sus formaciones profesionales, ofrezcan algunas soluciones sociales.

Larga vida a una emisora que va construyendo una cultura política y que incentiva a la lectura, que promueve el debate con argumentos. Esto es Radio UAGro.

Panistas, división; ganaría AMLO

Primero un reconocimiento al Partido Acción Nacional.

Algunos lectores pensarán que he cambiado de partido. No. Ni siquiera pertenezco a alguno.

Y realizo estos ejercicios escriturales para comentar cómo se deslizan algunos actores o grupos en pos de ejercer un poder.

Prosigo. Al PAN le debemos que hoy se practique la incipiente democracia en México.

Otros han de pensar que el debilitamiento del PRI se le debe adjudicar a la izquierda, por su presión y organización. O, en otra perspectiva lo que hoy vivimos como democracia electoral es gracias al esfuerzo de los movimientos sociales.

Lo que hoy vivimos, en temas políticos, se deriva de la bifurcación de la cúpula que toma decisiones en el poder.

La mayor escisión, de la reciente historia, fue la que provocó Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de un ex presidente, en el partido que conduce al país.

Incluso, Andrés Manuel López Obrador, tuvo su origen en el PRI.

La siguiente es mi explicación sobre el tema panista.

En 1976 el sistema político mexicano sufrió un descalabro propinado por la ausencia del partido mejor organizado y de verdadera oposición. El PAN. José López Portillo fue el único candidato a la presidencia.

La división panista ocasionó que no tuviera candidato a la presidencia. No hubo acuerdo de los azules y ello derivó en que se descubriera que no existía ni había antagonismo, por lo tanto eso se traducía en ausencia de competencia por el poder.

El PRI disfrazaba eficazmente la pluralidad. Desde su coto creaba siglas de partidos que fueron calificados de satélite, porque giraban gracias a las órdenes que recibían de otro poder.

Al año siguiente (1977) Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación, en un acto en Chilpancingo, frente a uno de los gobernadores mejor ubicados como caciques -Rubén Figueroa Figueroa- anunció la Reforma Política; es decir, que se iba a dar registro a los partidos identificados de izquierda.

Dibujó una imagen democrática, plural.

Esa es la historia, por eso sostengo que al PAN se le debe, circunstancial o decididamente, el cambio político de este país.

Fue una división de la segunda fuerza política mexicana. Y esa misma coyuntura que hoy se presenta y en caso de permanecer le podría dar el triunfo a Andrés Manuel López Obrador. Sí, ¡los panistas!

En este momento el PAN presenta tres corrientes: los calderonistas (Felipe y Margarita), quienes apoyan al Rafael Moreno Valle (ex gobernador de Puebla) y los que están con Ricardo Anaya, presidente nacional.

Uno de estos apoyaría a AMLO y con ello le daría el triunfo. Así va el asunto, aunque en política las cosas cambian.