miércoles, 20 de agosto de 2014

Movimiento Ciudadano desgrana mazorca

Los tiempos de precampaña política también son de peregrinación. En ocasiones con suerte. 

En política pocos actores políticos son audaces. Por lo general calculan sus intenciones y dan pasos con pies de plomo. En ello van sus intereses; aquello de la ideología, ahora se sabe, es como un cuento de hadas.

Esos movimientos son como un tamiz; se fortalece la lealtad. No se quedan los mejores pero tonifica la devoción.

En ese desplazamiento político surgen los oportunistas, los cuales se identifican como aquellas personas que dicen apoyan a los líderes de los grupos que pelean el poder. En otras palabras carecen de una definición porque están con todos. Estas gentes piensan que engañan con su posición política a quien gana finalmente.

La diferencia entre los que son intrépidos con éstos últimos es que el triunfador les ofrece mejores espacios de decisión a quienes llegaron primero.

Todo lo anterior se refiere a las incorporaciones políticas que ha establecido Movimiento Ciudadano con priistas y con perredistas.

A partir de febrero de 2014 Andrés Manuel López Obrador señaló a dos políticos (Lázaro Mazón y Luis Walton) como posibles candidatos a gobernador, desde ese momento iniciaron las recomposiciones. El peregrinar y la exploración política.

Los primeros en acercarse con Walton fueron los priistas de Zihuatanejo, el expresidente municipal Eric Fernández, padre del actual edil. El último aliado, hasta el momento, se llama Élfego Martínez, expresidente municipal de Tecpan de Galeana.

Martínez no sólo fue perredista, sino que fungía como operador político del Movimiento Jaguar. De aquí el título de este escrito. Es decir, Walton o Movimiento Ciudadano desgrana la estructura del que parecía un vigoroso adversario.

domingo, 17 de agosto de 2014

Videos

Con el avance de la tecnología y su uso, a través de videos, los objetivos de la política ya no son tabú. La política es un enorme placer, en todos los sentidos, y un negocio como se puede constatar.

El primer video, que recuerdo con fines políticos, es el de Aguas Blancas en donde cayó el gobernador Rubén Figueroa Alcocer y llegó al relevo Ángel Aguirre Rivero, nuevamente gobernador de Guerero.

No fue solamente la transmisión de aquellas imágenes lo que hizo el cambio de gobernador en Guerrero.

En aquel entonces el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León ya tenía un enemigo político en la persona de Carlos Salinas de Gortari. Y Figueroa Alcocer era un aliado incondicional del ex presidente.

Salinas salió del país y se debilitó Figueroa.

El segundo estruendo político de videos fue cuando se mostró al tesorero del gobierno del Distrito Federal, Gustavo Ponce, apostando en Las Vegas. Éste fusil era dirigido a Andrés Manuel López Obrador.

El tercer gran campanazo de videos políticos fue con Carlos Ahumada. Este empresario argentino grabó a varios perredistas recibiendo enormes cantidades de dinero.

La versión del mismo Ahumada es que el primero en conocer el contenido de las grabaciones fue Salinas. Rosario Robles Berlanga, entonces ex presidenta nacional del PRD, acompañaba a Ahumada a esas exhibiciones privadas.

Robles pedía venganza y Ahumada cumplimiento a acuerdos empresariales.

De los perredistas que recuerdo fueron ventaneados: Ramón Sosamontes Herreramoro, entonces delegado de Iztapalapa; Carlos Imaz, dirigente juvenil del PRD; René Bejarano, líder nacional del PRD.

Los últimos videos muestran a los panistas en una fiesta privada, un acercamiento del hijo del ex gobernador de Michoacán con un líder indeseado en ese estado, además de una presidenta municipal de Pátzcuaro con otro líder nocivo.

Aunque las denuncias son plurales, porque toca a todos los partidos políticos, el contenido más llamativo es el de los panistas. Por lo tanto, distraen la atención del nuevo comportamiento autoritario que se observa en el poder legislativo por parte de quienes ejercen mayoría. Es decir, que el PRI con su ventaja no escucha razones, sino que simplemente aplasta a sus adversarios.

Es cierto que para eso es el ejercicio del poder, pero los priistas deben apelar al respeto de las leyes y a la tolerancia de la reflexión.


Con esa actitud perderán influencia en algunos sectores, tal vez, políticamente, los menos pero los de mayor influencia.

martes, 5 de agosto de 2014

Acción de panistas guerrerenses

¡Números, números! Es lo que pedirían quienes quisieran aliarse con los azules en Guerrero, porque se percibe son escasos sus esfuerzos políticos.

De acuerdo a los resultados electorales de 2012 los panistas en ayuntamientos alcanzaron la cifra de 130 mil votos. El otro dato que ellos ofrecieron en su reciente elección para presidente nacional de partido dijeron que eran mil 200 militantes guerrerenses.

Al considerar una relación directa entre los militantes y sus simpatizantes tendríamos que cada panista ha llegado a persuadir a más de ¡100 personas! En este sentido su capacidad de seducción sí que es invaluable. Ellos mismos se han de decir, “pocos pero canijos”.

Actualmente dirigen cuatro municipios: Cuajinicuilapa, Juan R. Escudero, Pilcaya y Tepecoacuilco de Trujano. Los municipios donde no tienen ningún voto: Alcozacua, Apaxtla, Atenango del Río, Coahuayutla, Cuatepec, Cuetzala, Canuto Neri, Iliatenco, Mochitlán, Petatlán, Tlacoapa y la Unión.

Tres diputados locales: Delfina Concepción Oliva Hernández, Marcos Efrén Parra Gómez y Jorge Camacho Peñaloza .

Con ese tonelaje político se reunieron el fin de semana para acordar una política de alianzas, a excepción del PRI. Con éstos, nada, determinaron.

Irán en alianza, resolvieron, con el PRD. Además, deslizaron, están abiertos a cualquier otra posibilidad de acuerdo si llegara a conformarse una unidad de las izquierdas, como parece se está perfilando.

Según la información vertida en medios de comunicación los delegados a esa reunión fue de mayoría, por lo tanto, sus resoluciones son legales y legitimadas.

En 2005 los panistas dejaron sola a Porfiria Sandoval y se volcaron a votar por Zeferino Torreblanca Galindo; en 2011, a escasos 30 días del día del sufragio, les dijeron que votaran por Ángel Aguirre Rivero.

Ellos mismo reconocen que fue una acción de facto. Hoy se quieren adelantar para ganar mejores lugares. En el fondo lo que están proponiendo es que algunos de sus cuadros, supongo los más visibles, no se queden fuera de la jugada política.

El efecto panista, con su fuerza política, es más de efecto sicológico porque podrían amedrentar a otras organizaciones a sumarse a una causa.


Como ya lo dije no son muchos panistas guerrerenses, pero dramatizan y eso en política, cuenta.

Maternidad por Nerilicón

domingo, 3 de agosto de 2014

PRI a la oposición


El mejor escenario para que el PRI Guerrero regresara a la gubernatura es la división de las izquierdas. Es lo óptimo, tal y como sucedió cuando participó Manuel Añorve Baños para la presidencia municipal de Acapulco. Las izquierdas se enfrentaron y Añorve entró como cuchillo en mantequilla. Ganó la presidencia municipal.

Por un lado el PRD, partido que había retenido la silla municipal hasta por tres ocasiones, se enfrentaron en, por lo menos dos grupos. Movimiento Ciudadano, entonces Convergencia, también postuló a su candidato con Luis Walton. La izquierda se presentó en trazos y se hizo trizas.

La enorme virtud de los priistas es que todos coincidieron con Manuel Añorve Baños bajo el auspicio de Manlio Fabio Beltrones. Además los tricolores ya estaban desesperados por encontrarse fuera del presupuesto, lo cual ayudó a la concomitancia.

La escenografía estaba destinada al triunfo del priismo en Acapulco. Situación que esperan se repita para el próximo año que se disputa la gubernatura.

Si aquí menciono los enfrentamientos de la izquierda en Acapulco es porque esas diferencias derivaron del candidato. No hubo acuerdo por la persona que iba a encabezar la planilla. Desbordaron confianza en que la gente repitiera su gusto por el partido. No fue así, ya que los mismos perredistas originaron la división y a sus simpatizantes y militantes los confundieron. Esquema que los priistas, en estos momentos, creen que se está repitiendo.

Los tricolores han presentado a cuatro precandidatos: Manuel Añorve Baños, Mario Moreno Arcos, Héctor Astudillo Flores y Cuauhtémoc Salgado. Otra aspirante que no puede ser desdeñada es Claudia Ruiz Massieu. Hasta el momento han dado visos de civilidad priista y no desean confrontarse para evitar fisuras. Por lo tanto, si bien todavía no se ponen de acuerdo con el candidato, lo que sí han logrado es coincidir en el tema: ser oposición al gobierno identificado de izquierda.

Los cuatro precandidatos priistas se oponen a las propuestas del actual mandatario. Por ejemplo, objetan la iniciativa del gobernador respecto a la despenalización del aborto; ahora cuestionan la aprobación del Auditor General del Estado, Alfonso Damián Peralta, porque argumentan han descubierto vínculos con partidistas con el mandatario; desaprueban que los impuestos a través del predial les sean retirados a los presidentes municipales para entregárselos al gobierno estatal, ahora nos vierten su opinión sobre la inseguridad en donde cuestionan el mando único, ya que nos dicen ha sido un fracaso.

El discurso como puede observarse es de oposición con la esperanza de que los votantes vean que este gobierno ha sido incapaz de solucionar sus problemas.

Pero este es un lado de la moneda. El optimista de los priistas y de su unidad temática.

La otra faz. Hasta hace unos 15 días la izquierda presentaba a dos personajes con peso político: Armando Ríos Piter y Luis Walton Aburto.

El fin de semana pasado se conoció la declinación de Ríos Piter para favorecer al hijo del gobernador rumbo a la candidatura al municipio de Acapulco. Muchos leyeron una tácita declinación rumbo a la gubernatura de Ríos Piter por dos consideraciones: a) cómo es posible que un personaje con mayores pretensiones (la gubernatura) solicite apoyo a quien va por un espacio de menor importancia (una presidencia municipal) y b) el grupo de mayor peso político, como lo es Grupo Guerrero, estaba -en ese momento- confrontado con el gobernador y al mismo tiempo el candidato de Grupo Guerrero (o sea Armando Ríos Piter) estaba solicitando una alianza. Existía choque de intereses.

Resultado Grupo Guerrero dejaba de tener candidato a la gubernatura y Ríos Piter ya no contaba con el apoyo de Grupo Guerrero. Esa situación se observa cuando los miembros de esta organización publicitan una reunión con sus diputados locales y uno que otro diputado simpatizante para exigir la destitución del presidente de la comisión de gobierno, Bernardo Ortega Jiménez, en la gráfica ya no aparece Ríos Piter, como tampoco en convites políticos posteriores.

Al parecer queda sólo un candidato por las izquierdas en la persona de Luis Walton Aburto.

De cumplirse la anterior descripción entonces el PRI ya no tendría un escenario favorable con las izquierdas divididas y así regresar a dirigir la gubernatura.

Es en este nivel que la mejor elección priista es que hayan coincidido en ser oposición en su discurso.

El otro dilema que van a enfrentar los tricolores es a la resistencia de, nuevamente, encontrarse alejados del presupuesto. Incluso algunos sectores han tendido puentes de plata con colaboradores cercanos a quien percibe será el candidato de unidad de las izquierdas.


Porque un asunto es decir que se es de oposición y otra, la pragmática, acercarse a la vela para ser iluminados. revistaa@yahoo.com