martes, 7 de junio de 2016

2016 y lo que viene en política

En términos generales. El PRI gana 5 de 12. Ni la mitad, por lo tanto, la consecuencia: se cae la candidatura a precandidato a la presidencia en la persona de Manlio Fabio Beltrones, presidente nacional de este partido y se fortalece Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de gobernación.

En Guerrero sale lastimado el político, ex presidente municipal de Acapulco, ex candidato a la gubernatura y ex diputado federal, Manuel Añorve Baños, quien fungió al lado de Manlio Fabio como operador político del CEN del PRI.

Añorve fue el encargado de decidir, junto con las fuerzas locales en cada entidad los nombres de los candidatos a la gubernatura.

El PRI triunfó en Tlaxcala, Zacatecas, Oaxaca, Hidalgo y Sinaloa.

El PRI comprobó que los malos gobiernos son castigados electoralmente. Por lo menos dos casos: Tamaulipas y Veracruz.

Otra consecuencia es el regreso a probar las mieles del poder del Partido Acción Nacional, principalmente en el norte del país.

El gobierno panista podría estar en Tamaulipas, Aguascalientes, Chihuahua, Quintana Roo (en alianza con el también opositor Partido de la Revolución Democrática, PRD), Puebla, Durango (en alianza con el PRD).

La lectura evidente es la coalición que debería fortalecerse para 2018 entre el PRD y el PAN para que regrese al poder presidencial el partido de color azul. El PRD carece de personaje. La otra posibilidad es que sea AMLO quien aglutine.

Entre los tres aplastarían a los tricolores.

Sin embargo, los panistas no estarían de acuerdo en que encabece AMLO. Este escenario le conviene al PRI porque la oposición se presentaría dividida.

El PRD como grupo –leáse los Chuchos- y no como partido logra conservar espacios, que era la mayor preocupación de quienes dirigen al partido de colores negro amarillo.


Morena vuelve a ganar la asamblea legislativa en la ciudad de México y lo que haga en este territorio va a ser caja de resonancia en el país.

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