miércoles, 13 de julio de 2016

PRI ÷


El partido en el poder en México o sea el PRI, en estos momentos, se encuentra dividido. Como cualquier crisis partidaria se le presentan dos opciones naturales: a) se profundiza el conflicto o b) arreglan sus diferencias y encuentran la unidad.

Muchos se han de preguntar en dónde visualizo su confrontación.

Apunto algunos signos discrepantes que, evidentemente, son internos.

La designación de Enrique Ochoa Reza para registrarse como presidente nacional del tricolor.
Entre los que lo han criticado se encuentran: María de los Ángeles Moreno, Dulce María Sauri Riancho, Ulises Ruiz.

Algunos justificarán que son los dinos; sin embargo, son los que realmente tienen el poder en ese partido.

Por sector, sólo el campesino, hasta el momento, se ha pronunciado a favor de su postulación. En otros tiempos, no era la autopostulación, sino que, por lo menos, un sector (de preferencia el obrero) hacía el anuncio. Mostraban unidad cuando todos los sectores ungían al destinatario. Hoy no se ve observa ese entusiasmo.

La manera de solucionar el movimiento magisterial. Unos se han inclinado por una negociación política. Otros priistas por respeto a la ley.

El mundo político entiende que al aceptar una negociación o diálogo político la raíz de la jurisprudencia se pierde.

Los casos de Veracruz y Quintana Roo, donde los gobernadores priistas intentan, a través de sus Congresos locales, insertar a un funcionario con responsabilidades de contralor en el presupuesto ejercido y que esas decisiones sean revisadas por la Procuraduría General de Justicia, indican confrontación priista.

Otra diferencia se encuentra en el reciente incremento a las tarifas de la luz y gasolina. La población identifica al PRI como responsable de los aumentos. Un grupo de priistas ya no puede enorgullecerse o propagar que esos servicios beneficiaban a la sociedad.

En este sentido pequeños y grandes empresarios adjudican al PRI de una pésima administración hacendaria cuando el dólar se ubica cerca de los 20 pesos. Esa deslización aleja a estos sectores productivos del PRI.

No solamente el tricolor tiene diferencias endógenas, sino también exógenas.

Y como partido en el poder ha encontrado soluciones. Por ejemplo, en la iniciativa de 3 por 3 donde a los empresarios les estaban solicitando transparencia en su patrimonio y dejaron de lado esa petición social en los políticos. El arreglo llegó a que a nadie se le pida información.


Será interesante observar cómo arreglarán sus diferencias porque en ello va triunfo o derrota en 2018.

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