lunes, 22 de agosto de 2016

Caso Chavarría, a 7 años

¿Por qué se complicó el esclarecimiento del asesinato de Armando Chavarría Barrera?

La respuesta es temeraria, pero no irresponsable. No se cuidó la escena del crimen. La única prueba que ofrezco son las fotografías que circulan en internet donde se observa que familiares y amigos lo están abrazando y le lloran tendido fuera del auto donde le habían disparado. No se ve que el lugar se encuentre acordonado por las autoridades.

De acuerdo a las mismas fotografías publicadas en su momento, se observa que Armando Chavarría fue ultimado de un balazo en la frente y se encontraba frente al volante con el rostro viendo hacia un lado dentro de un automóvil color blanco.

O estaba estacionado frente a su casa o llegaba en su automóvil a la fachada de su casa.

En su momento se describió que vestía un uniforme deportivo, por lo que se deduce que había ido a realizar ejercicio en un gimnasio. Lo sacaron del auto cuando debieron evitar cualquier manoseo.

En un diplomado sobre dificultades del periodismo en situaciones de alto riesgo, el profesor del módulo fue enfático en señalar que un reportero, con insistencia señaló a los gráficos,  guardar distancia del lugar donde sucedió la tragedia. Por demasiado profesionalismo que muestre, ya sea el fotógrafo o el reportero, no debe pisar la escena del crimen porque desvía la atención de la investigación y hasta puede resultar como presunto ejecutor o cómplice del suceso.

Por el cargo que representaba Chavarría (presidente de la Comisión de Gobierno de la Legislatura local) de inmediato se vinculó el acontecimiento con el ámbito político. Además era el prospecto a ser candidato natural a la próxima contienda por la gubernatura en 2011 por el Partido de la Revolución Democrática.

Chavarría ya había sido diputado federal, senador y precandidato a la gubernatura y en el momento del deceso se desempeñaba como diputado local.

Es probable, como señalan diferentes actores políticos, que el asesinato se haya decidido en las esferas del poder. Sí, si es posible.

Por eso se realizó y se continúa realizando la investigación. Pero, como lo establecí desde el principio no puede continuar ninguna, sí ninguna línea de investigación por la alteración que sufrió desde la misma escena del crimen. Según mi punto de vista.

El que se esté comentando sobre el tema es con la intención de desviar la atención y de que actores políticos llamen la atención y con sus declaraciones revivir sus viejas envidias y rencores.

Incluso, en el ánimo del morbo, se llegó a hipotetizar que Ángel Aguirre Rivero pudo haber sido el autor intelectual del crimen de Armando Chavarría, ya que visualizó que el único que le estorbaba en sus aspiraciones para presentarse como candidato a la gubernatura era precisamente Chavarría.

Desde una perspectiva política cobra sentido esa hipótesis, pero es darle a Aguirre Rivero una visión política de futuro envidiable. Y si se trata de inventar escenarios, hubiera sido poco probable que Aguirre renunciara al PRI si Chavarría fuera el candidato a gobernador por el PRD.

El caso Chavarría da para más alegorías políticas. Lo real es que se ha perdido credibilidad en la Procuraduría. Son 7 años y nada.


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