Democracia: en una competencia político
electoral gana quien logra el mayor número de simpatizantes y que éstos vayan a
votar. Se persuade, se compromete u
obliga al mundo a acudir a las urnas.
Triunfa Donald Trump porque su estrategia se basó en ser el
más popular a través del método de la polémica.
Que se hable, incluso mal, pero que esté en comentarios. Uno de los sectores
que buscó y encontró el equipo de campaña de Trump fueron los jóvenes, el sector
maleable.
Lo que llama la atención es que Trump le
ganó la presidencia de los Estados Unidos a los dos partidos norteamericanos.
El partido que los postuló, o sea el Partido Republicano, por lo menos su
cúpula lo abandonó. Lo dejó solo durante la campaña y aún así ganó. En
conclusión Trum venció a partido republicano y al demócrata.
Trump también venció a algunos periódicos
con influencia en los Estados Unidos. Por ejemplo, el New York Times de Carlos
Slim.
En los resultados finales el Partido
Republicano gana en ambas cámaras y se parte de la idea que Trump tiene el
control político de los Estados Unidos y por lo tanto va a hacer lo que se le
antoje (por decirlo de alguna manera); en el panorama político en realidad
ambas cámaras se van a convertir en el freno del poder ejecutivo.
Aquí he mencionado que el partido
Republicano se alejó de Trump precisamente por ese perfil de xenófobo, misógino
y racista, lo cual se ubicaba como un personaje peligroso. Ahora ha llegado a
la presidencia y este partido republicano en ambas cámaras pasará a ser el tope
de los excesos de Trump.
La personalidad de Trump durante la
campaña fue convincente. Se limitó a decir “su verdad” a pesar de que era
contraria a muchos intereses económico y políticos de sus correligionarios.
Pero ese discurso convenció a una sociedad conservadora. Trump nunca engañó
como es lo clásico entre los políticos.
Otro de los aciertos de la campaña de
Trump es que logró persuadir al 30 por ciento del voto latino, cuando se
esperaba que la gran mayoría le apostara a Hillary. El otro dato de este sector
es que por su propia cultura abstencionista y de incredulidad a un proceso
electoral no acudiera a votar y esta característica se observó en la votación
del 8 de noviembre.
La sola presencia de una mujer en puestos
de elección popular regresa a la mesa de discusión si las mujeres todavía no
alcanzan la mayoría de edad para dirigir. Y esto nos lleva a confirmar,
nuevamente, que la sociedad norteamericana sigue siendo conservadora.
Ganó Trump y pierde no solamente Hillary
y su partido demócrata, sino también la figura presidencial de Barack Obama. La
sociedad electoral estadounidense reprueba el desempeño de los últimos años del
presidente de color.
Las cifras oficiales con el triunfo de
Trump vuelven a poner en duda la credibilidad de las casas encuestadoras.
Incluso en el día de la elección la mayoría sostenía que Hillary se colocaba
ligeramente arriba de Donald Trump. O
hicieron campaña a favor de Clinton o realizaron un pésimo desempeño académico.
La conquista del poder en la persona de
Trump movió la paridad peso dólar. Rebasó los 20 pesos frente al dólar. A
partir de esta fecha los productos de origen gringo tendrán un precio más caro.
El otro ganador de triunfo de Trump es el
presidente de México, Enrique Peña Nieto. En su momento se le criticó por
haberle invitado a los Pinos. Trump y Peña Nieto construyeron relaciones públicas
personales. No fueron de Estado. Y ahora Trump va a proteger a Peña Nieto por
lo que pueda suceder.
Quien perdió, casi casi, la nominación
para ser considerada precandidata a la presidencia es Margarita Zavala, pues el
ícono de género se cayó con Hillary.
El sector más preocupado porque haya
ganado Trump son los migrantes latinos. El discurso se enfocó sobre ellos y si
llegara a cumplir lo que dijo habrá severas reacciones.
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