martes, 4 de diciembre de 2012

Izquierda, pulverizada


David Martínez Téllez

La izquierda, en estos momentos, no solo está atomizada, sino casi pulverizada. El responsable de esa dispersión institucional lo encuentro en la mente maquiavélica de Carlos Salinas de Gortari. Y ni modo un señorón de la política.

Si sale bien librada de esta crisis, la izquierda saldrá fortalecida y hasta con la expectativa de ganar la presidencia. Acuérdense del aforismo: lo que no mata fortalece.

Desde su fundación como PRD la izquierda siempre estuvo atomizada, es decir, cada grupo defendía lo suyo. No eran capaces de proteger a un aliado. Eran algo así como el juego de Juan Pirulero “cada cual atiende su juego”.

Los perredistas han pasado de las diferencia de sectas a tribus y en este momento es institucional. Ya no se trata de un de un pleito entre ellos, sino de un partido político con la imagen de izquierda. Cuando escribo esto pienso en un partido que trata de ganarse la simpatía de otros sectores con peso político.

Contesto que la enorme virtud de la izquierda es su posicionamiento ideológico. El PAN se ubica a la derecha y el PRI al centro. Es decir, la izquierda en su discurso está al lado y debajo de los más necesitados, por ellos lucha.

Si a números no vamos, resulta que este espectro, la izquierda, es el más numeroso. Hay más pobres que ricos, por ejemplo.

Pero vayamos a la historia. 1988 en donde el PRI peleó contra todos los demás. El candidato fue Carlos Salinas de Gortari y su cuestionado, hasta la fecha, triunfo electoral. De inmediato Salinas en el poder se legitimó con el uso de la violencia frente a los aliados de Cárdenas y luego desató una campaña de desprestigio dirigida contra el PRD.

En aquellos años era el partido de la violencia. Con los Bejarano fue el de la corrupción. Ambas situaciones provocadas o aprovechadas por Salinas contra el PRD. Desató su odio contra quien sembró la incertidumbre en las elecciones de 1988.

Ahora de regreso al poder Salinas divide de sus entrañas al PRD. Ya no es desde afuera. Aplicó una máxima de la política: divide y vencerás.

A la izquierda del PRD, a los que no están de acuerdo con la firma del Pacto, le quedan estas alternativas: a) forman su propio partido, b) se dirigen a Morena c) dan la lucha interna d) se muestran pasivos en procesos electorales.

Ahorita están hechos polvo, dispersos, confundidos. Pero si los Chuchos son capaces de ceder a otros grupos perredistas lo que les van a dar (eso supongo porque hubo pláticas, arreglos), entonces mantendrán al PRD cohesionado y vigoroso. En cambio si se quedan con la oferta en unos meses estarán liquidados por sus propios compañeros.

Cuál podría ser el enorme error de los Chuchos al interior del PRD: no abrieron la consulta.

Mientras tanto a nivel internacional ya se envío el mensaje de que está legitimado el nuevo presidente y que hubo una transición tranquila y pactada. Que en este país hay madurez y por lo tanto confianza.

Querámoslo o no reconocer esa firma del pacto por los tres partido más importantes en México fue un golpe maestro para dividir a la izquierda y para ofrecer una imagen de seguridad en las inversiones. revistaa@yahoo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario