David
Martínez Téllez
En estricto sentido político la razón
le asiste a quien detenta más poder.
La frase anterior es vacía porque no
explica a qué se refiere el concepto poder. Por lo tanto intentaré desmenuzar
dicha palabra en un ambiente determinado.
En una democracia se justifica que
quien tiene el mayor número de personas a su favor tiene el poder o, porque no
escribir, le asiste la razón.
Bajo esta configuración analicemos la
marcha de maestros realizada el pasado martes 5 de febrero en Guerrero, donde se
manifestaron contra la reforma educativa. Según fuentes periodísticas logró una
concentración total de 50 mil profesores.
Las principales ciudades urbanas
fueron testigo de esa manifestación: Chilpancingo, Acapulco, Iguala,
Zihuatanejo y Taxco.
Si se compara el número de profesores
movilizados (50 mil) con el padrón de maestros (70 mil) se tendría que los
inconformes tienen el poder y la fuerza de la razón. Sencillamente son mayoría.
Esa protesta contra la reforma
educativa logró conjuntar a dos expresiones históricamente en conflicto: el
SNTE y la CETEG. Sus intereses políticos los hicieron, coyunturalmente, hechos a
un lado porque consideran que se encuentra en riesgo un tema fundamental para
ambas partes: su empleo.
La evaluación magisterial que se ha
propuesto lleva por consigna que aquel profesor reprobado en el examen sea dado
de baja, es decir, que pierda su trabajo. Esta idea motivó a esa numerosa
movilización.
La razón en la educación justifica que
haya una evaluación para elevar la calidad. Las últimas tres palabras se han
convertido en símbolo para inquietar a la sociedad y ponerla frente al
desempeño del magisterio.
Entonces tenemos por un lado a una
gran organización en defensa de su fuente de empleo contra la idea social de
que nos encontramos en un atraso del desarrollo productivo por culpa de los
mentores.
La fuerza y organización la tienen los
maestros entre sus compañeros.
El otro ímpetu lo ejercen quienes
tienen el poder político con sus aliados en los dueños de los medios de comunicación.
En este nivel coloco la reciente película de Carlos Loret de Mola “De panzazo”,
la cual obtuvo un extraordinario auditorio.
Si los maestros lograron una unidad y decirle
a la opinión pública que van a defender “hasta con los dientes” su fuente de
empleo; los políticos intentan enfrentar a este conglomerado contra toda la
sociedad.
Si escribí que el poder en una
democracia lo ostenta quien tiene mayoría, aunque sean miles de maestros muy
bien organizados y “hasta civilizados”, no son suficientes cuando se comparan
frente a su comunidad.
A los maestros les asiste la razón
porque no pueden ser despedidos por una evaluación, han ganado derechos; pero
al paso del tiempo la fuerza de esa razón será de la sociedad porque va a ser
persuadida de la necesidad de un cambio en la enseñanza, según, para ser
mejores.
La razón de la fuerza será de la clase
política porque todavía no somos una sociedad pensante, sino más bien dirigida.
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