jueves, 7 de febrero de 2013

La razón de la fuerza


David Martínez Téllez

En estricto sentido político la razón le asiste a quien detenta más poder.

La frase anterior es vacía porque no explica a qué se refiere el concepto poder. Por lo tanto intentaré desmenuzar dicha palabra en un ambiente determinado.

En una democracia se justifica que quien tiene el mayor número de personas a su favor tiene el poder o, porque no escribir, le asiste la razón.

Bajo esta configuración analicemos la marcha de maestros realizada el pasado martes 5 de febrero en Guerrero, donde se manifestaron contra la reforma educativa. Según fuentes periodísticas logró una concentración total de 50 mil profesores.

Las principales ciudades urbanas fueron testigo de esa manifestación: Chilpancingo, Acapulco, Iguala, Zihuatanejo y Taxco.

Si se compara el número de profesores movilizados (50 mil) con el padrón de maestros (70 mil) se tendría que los inconformes tienen el poder y la fuerza de la razón. Sencillamente son mayoría.

Esa protesta contra la reforma educativa logró conjuntar a dos expresiones históricamente en conflicto: el SNTE y la CETEG. Sus intereses políticos los hicieron, coyunturalmente, hechos a un lado porque consideran que se encuentra en riesgo un tema fundamental para ambas partes: su empleo.

La evaluación magisterial que se ha propuesto lleva por consigna que aquel profesor reprobado en el examen sea dado de baja, es decir, que pierda su trabajo. Esta idea motivó a esa numerosa movilización.

La razón en la educación justifica que haya una evaluación para elevar la calidad. Las últimas tres palabras se han convertido en símbolo para inquietar a la sociedad y ponerla frente al desempeño del magisterio.

Entonces tenemos por un lado a una gran organización en defensa de su fuente de empleo contra la idea social de que nos encontramos en un atraso del desarrollo productivo por culpa de los mentores.

La fuerza y organización la tienen los maestros entre sus compañeros.

El otro ímpetu lo ejercen quienes tienen el poder político con sus aliados en los dueños de los medios de comunicación. En este nivel coloco la reciente película de Carlos Loret de Mola “De panzazo”, la cual obtuvo un extraordinario auditorio.

Si los maestros lograron una unidad y decirle a la opinión pública que van a defender “hasta con los dientes” su fuente de empleo; los políticos intentan enfrentar a este conglomerado contra toda la sociedad.

Si escribí que el poder en una democracia lo ostenta quien tiene mayoría, aunque sean miles de maestros muy bien organizados y “hasta civilizados”, no son suficientes cuando se comparan frente a su comunidad.

A los maestros les asiste la razón porque no pueden ser despedidos por una evaluación, han ganado derechos; pero al paso del tiempo la fuerza de esa razón será de la sociedad porque va a ser persuadida de la necesidad de un cambio en la enseñanza, según, para ser mejores.

La razón de la fuerza será de la clase política porque todavía no somos una sociedad pensante, sino más bien dirigida. revistaa@yahoo.com

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