martes, 5 de agosto de 2014

Acción de panistas guerrerenses

¡Números, números! Es lo que pedirían quienes quisieran aliarse con los azules en Guerrero, porque se percibe son escasos sus esfuerzos políticos.

De acuerdo a los resultados electorales de 2012 los panistas en ayuntamientos alcanzaron la cifra de 130 mil votos. El otro dato que ellos ofrecieron en su reciente elección para presidente nacional de partido dijeron que eran mil 200 militantes guerrerenses.

Al considerar una relación directa entre los militantes y sus simpatizantes tendríamos que cada panista ha llegado a persuadir a más de ¡100 personas! En este sentido su capacidad de seducción sí que es invaluable. Ellos mismos se han de decir, “pocos pero canijos”.

Actualmente dirigen cuatro municipios: Cuajinicuilapa, Juan R. Escudero, Pilcaya y Tepecoacuilco de Trujano. Los municipios donde no tienen ningún voto: Alcozacua, Apaxtla, Atenango del Río, Coahuayutla, Cuatepec, Cuetzala, Canuto Neri, Iliatenco, Mochitlán, Petatlán, Tlacoapa y la Unión.

Tres diputados locales: Delfina Concepción Oliva Hernández, Marcos Efrén Parra Gómez y Jorge Camacho Peñaloza .

Con ese tonelaje político se reunieron el fin de semana para acordar una política de alianzas, a excepción del PRI. Con éstos, nada, determinaron.

Irán en alianza, resolvieron, con el PRD. Además, deslizaron, están abiertos a cualquier otra posibilidad de acuerdo si llegara a conformarse una unidad de las izquierdas, como parece se está perfilando.

Según la información vertida en medios de comunicación los delegados a esa reunión fue de mayoría, por lo tanto, sus resoluciones son legales y legitimadas.

En 2005 los panistas dejaron sola a Porfiria Sandoval y se volcaron a votar por Zeferino Torreblanca Galindo; en 2011, a escasos 30 días del día del sufragio, les dijeron que votaran por Ángel Aguirre Rivero.

Ellos mismo reconocen que fue una acción de facto. Hoy se quieren adelantar para ganar mejores lugares. En el fondo lo que están proponiendo es que algunos de sus cuadros, supongo los más visibles, no se queden fuera de la jugada política.

El efecto panista, con su fuerza política, es más de efecto sicológico porque podrían amedrentar a otras organizaciones a sumarse a una causa.


Como ya lo dije no son muchos panistas guerrerenses, pero dramatizan y eso en política, cuenta.

Maternidad por Nerilicón

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