La captura de la Tuta coincide con el
permiso que solicitó Silvano Aureoles como diputado federal para contender por
la gubernatura de Michoacán.
La acción limpia el camino a los
perredistas del grupo de los Chuchos para conquistar el poder, cuando en
aquella entidad se menciona que el candidato del PRI, Ascención Orihuela Bárcenas, sostiene vínculos
con grupos delictivos.
Se interpreta la jugada como un
enroque político entre Guerrero y Michoacán.
Que llegue el PRD a Michoacán a cambio
de dejar Guerrero. Cobra sentido lo anterior cuando en Guerrero se fortaleció
la división de la izquierda.
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