Hasta donde entendí la liberación de la comandanta Nestora
obedeció a su naturalización como ciudadana norteamericana.
En otras palabras fue un acuerdo político con sustento legal.
La comandanta Nestora salió libre con el arreglo de salir del
país. Y allá se encuentra, hasta donde tengo entendido.
El grupo defensor de los derechos humanos, principalmente de
indígenas, cuyo nombre responde a Tlachinollan, se molestó porque no le
tomaron, según se puede interpretar, su parecer en los acuerdos.
Tlachinollan, desde mi visión, presenta dos rostros.
a) organismo contra abusos que sufren los indígenas y b)
organización que con esa imagen practica política. Aclaro el concepto
política que realiza Tlachinollan. No
busca puestos o espacios políticos. No. Sencillamente reconocimiento social y
con ello obtener beneficios económicos, precisamente en las negociaciones con
sus representados.
El siguiente es mi argumento para considerar lo expresado en el
inciso b del párrafo anterior.
En noviembre de 2011 se entregaron los premios al mérito civil, evento que realiza el gobierno del Estado de Guerrero cada año; en esa ocasión en
el rubro de Derechos Humanos precisamente aceptó Tlachinollan sin que el jurado así
lo considerase.
El mismo presidente del jurado, maestro Miguel Ángel Parra Bedrán,
escribió públicamente que ellos declararon desierto esa sitio por considerar
que nadie presentaba las características para obtener el reconocimiento.
Por ética Tlachinollan debió declinar. En cambio se presentaron a
recibir las honras que le otorgó el gobierno, a través del secretario de
gobierno, Humberto Salgado Gómez.
Es cierto, Tlachinollan ha recibido infinidad de distinciones,
incluso hasta internacionales. Pero…
¿Porqué decir que Nestora negoció su libertad? ¿Por qué
evidenciarla, si se supone esa era la pretensión tanto de ellos como de otros
organismos sociales?
La inferencia que me ofrece la postura de Tlachinollan en el tema
de la libertad de Nestora, desde una perspectiva política, es que no fueron
beneficiados o agraciados en esas negociaciones.
Mucho de cierto, aunque muy suavecito con Tlachinollan, del cual existen datos de cómo abusan de su disfraz de corderos en el Acapuco rural y en general, en Guerrero
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