jueves, 7 de septiembre de 2017

Estrategia de publicidad de Evodio Velázquez, presidente municipal de Acapulco

El presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez, se encuentra en este momento alicaído.
A pesar de tener el poder político del puerto, no ha podido meterse en el consciente colectivo. La anterior afirmación se basa en las recientes elecciones de comisarías y delegados municipales, en donde si bien ganó el PRD (partido del primer edil) el triunfo no fue contundente.
A escasos puntos porcentuales su ubicó el PRI en comisarías; en cuanto a delegados el PRI estuvo por encima del PRD.
El asunto de la distribución de agua, es un tema que se ha complicado. A tal grado que su director, Javier Chona Gutiérrez, tuvo que comparecer ante el poder legislativo quien determinó una auditoría por supuestos malos manejos de la paramunicipal.
La queja ciudadana se ha magnificado por la escasez del vital líquido.
La astucia de Evodio con las brigadas Hércules, para acercarse a la ciudadanía en apoyo de diversos servicios, fue boicoteada por priistas ya que las calificaron de ilegales; algunos ciudadanos consideraron insuficientes los apoyos recibidos.
Las expectativas fueron altas y los resultados magros.
Las declaraciones de Rubén Figueroa Smutny quien se declaró evodista en lugar de ayudar la imagen de edil, la perjudicó. El perjuicio fue en dos niveles a) entre perredistas  de base y con algunos empresarios porque pensaron que Evodio había triunfado por méritos propios. Ahora se han enterado que tiene compromisos “maliciosos”.
Lo anterior es normal en política; pero algunos creen en lo decoroso de un líder.
Acapulco, en los últimos años ha sido un excelente trampolín para arribar a la gubernatura. 2108 no es el momento para la lucha de ese espacio. Así que Evodio busca la reelección.
Como no se ha posesionado al nivel que hubiera querido, busca aliados. En este momento (por su indefinición) tampoco cuenta con el apoyo de sus compañeros de partido. Sin embargo, la alianza PAN PRD y MC podría ser un tronquito para repetir. Y en esta búsqueda de adeptos “está invirtiendo” 40  millones de pesos para colocar un Cristo, el más grande del mundo.
Suena seductor, políticamente, porque sería un atractivo turístico y amarraría con el poder ideológico representado por la iglesia católica. La fuerza de la religión reforzada con esa estatua le daría a Evodio el plus que requiere.
Cada quien su estrategia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario