A mi correo llegó información de
políticos guerrerenses implicados en el
cambio de uso de suelo. Era escueto. Luego, al leer la columna de Carlos Loret
de Mola publicada en El Universal, le di certidumbre.
Se trata de que habría sanciones
para los ex alcaldes del puerto: René Juárez Cisneros, Zeferino Torreblanca
Galindo, Félix Salgado Macedonio y Manuel Añorve por haber consentido
construcciones de unidades habitacionales y hoteles en los que se conoce popularmente
como humedales. Terrenos fangosos.
Se dice que el expediente se
encuentra en dos instancias: política Los Pinos y jurídica la PGR.
Una lectura indica que el PRI
envía mensajes a la sociedad con la idea de que va a cambiar y que no permitirá
ilegalidades. Y si se cometieron irregularidades con la pérdida de seres
humanos, serán sancionadas “porque el juez por su casa empieza”.
Al PRI le urge ofrecer otro
rostro “nunca más impunidad”, se podría
resumir. Por ejemplo, en Coahuila encarcelaron al tesorero, Javier Villarreal
Hernández. En Tabasco al gobernador, Andrés Granier. En Michoacán al secretario
de gobierno, Jesús Reyna, todos del PRI, por diversas anomalías.
Si se cumpliera lo que filtró
Loret de Mola, entonces le tocaría a Guerrero la asepsia política.
La otra lectura política podría
ser la venganza del actual gobernador contra René Juárez Cisneros, Félix
Salgado Macedonio y Zeferino Torreblanca Galindo.
El actual gobernador de filiación perredista, Ángel Aguirre Rivero tiene con Juárez Cisneros dos
pendientes. En 1999 le ganó la candidatura a gobernador; la propuesta de
Aguirre Rivero fue Manuel Añorve Baños, sólo que Juárez se le adelantó y le
ganó la interna. El otro pendiente político fue en 2011 cuando Juárez Cisneros
en el PRI le cerró el paso a Aguirre para que quedara finalmente Añorve. Ganó Aguirre la
gubernatura con las siglas del PRD.
La enemistad de Aguirre con
Zeferino data de hace muchos años. Creo que con esto es suficiente.
La animadversión de Aguirre con
Félix Salgado Macedonio solo la entiendo a partir de las constantes críticas
que le aplica el perredista desde su periódico impreso.
Ahora bien el pleito que pueda
sostener Aguirre con su primo Manuel Añorve sólo se puede explicar que
pertenecen a grupos políticos diferentes con proyectos disímbolos. Aguirre es
del grupo del presidente, Enrique Peña Nieto (basta recordar la efusivos
afectos que se prodigaron en la última visita a la entidad del poder ejecutivo
federal); mientras que Añorve pertenece al grupo político de Manlio Fabio.
Esta es mi interpretación de la
filtración informativa.
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