La recaptura del Chapo

Pocos creyeron la historia del escape de El Chapo de una cárcel de alta seguridad en México.

Efectivamente la narrativa era convincente. La casa a un kilómetro de distancia; la maquinaria utilizada; el túnel y el video donde, de repente desciende y, ¡pac!, desaparece.

Nunca convencieron la ausencia de ruido y movimientos, dicen, imperceptibles frente a un equipo de alta tecnología que utilizan en esos lugares de resguardo.

La mayoría de la gente relacionó que la huida del narcotraficante fue planeada desde altas esferas del gobierno estatal. Es decir, lo tenían guardado en algún lugar para el momento deseado.

¿Cuál sería el motivo?

En la recaptura (muy previsible) reconocer la labor del gobierno o de algún funcionario del gobierno, específicamente de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de gobernación en su carrera a la presidencia de la República en 2018.

Si esa era la pretensión la interrogante es ¿porqué se adelantó el largo brazo de la justicia?

Interpreto que las condiciones externas apresuraron el evento. Por lo menos tres circunstancias económicas: la caída de la bolsa de valores de China, la depreciación del peso frente al dólar y el derrumbe del precio del petróleo mexicano.

El ambiente internacional dibuja una posición muy compleja para el país y para la clase que gobierna el país. Todo indica que no podrán cumplir con las peticiones económicas que la sociedad mexicana esperaba.

El acto de la recaptura del hombre más buscado se antoja como un distractor.

Me imagino que la discusión del círculo rojo de los hombres del poder fue si era el momento adecuado para dar a conocer la recaptura.  

Supongo que el equipo de Osorio Chong se opuso, para ellos el tiempo tendría que ser dentro de un año -postrimerías de las elección interna del candidato a la presidencia- para mantener viva en el consciente colectivo, el magno evento.

A dos años, todos los sabemos, olvidamos la acción.

P. D. Hasta el momento sólo sabemos que hubo muertos y heridos; ya no fue una recaptura de los grupos llamados de inteligencia que son sin disparos; menos se hubiera creído.