Los estados de
Guerrero y Veracruz presentan o vivieron similitudes políticas y sociales
semejantes.
Veracruz, bajo el
mandato de Javier Duarte Ochoa, atraviesa aires políticos por los que ya vivió
el Estado de Guerrero. A saber: alto índice de periodistas asesinados por
diversas causas y la desaparición de 5 personas en Tierra Blanca.
En lo político la
disputa por la gubernatura estará entre los primos de apellido Yunes. A esto le
llamo la democracia monárquica.
Los terribles cotejos. El informe estadístico de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos
Cometidos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la
República (PGR) de febrero de hace un año consigna que Guerrero, en los últimos
15 años ocupa el cuarto lugar en el rubro de periodistas asesinados o
desaparecidos con 11 comunicadores.
Sólo en este sexenio veracruzano 15
periodistas han sido asesinados o desaparecidos. El indicador lo ubica que la
entidad más insegura para los comunicadores.
Huelga escribir lo que pasó en Guerrero el 26 de septiembre de 2014 en
Iguala con los estudiantes de Ayotzinapa.
El 11 de enero de este año se notificó sobre la desaparición de 5
jóvenes por presunta desaparición forzada a cargo de la policía en Tierra
Blanca, Veracruz. Han pasado más de 10 días y no existen resultados de la
investigación a pesar de que cuentan con personal involucrado.
En ambos acontecimientos se dan largas.
Lo preocupante es que asoma otro método (bárbaro), ya sea para limar
diferencias políticas o para zaherir al gobierno en turno.
En lo político electoral en Veracruz la disputa por el poder es entre
una familia. Luego de la alternancia en el poder político nacional entre
partidos y las penurias que conlleva la pérdida de poder, los actores buscan a
como dé lugar, ganar.
Los Yunes, los primos veracruzanos se pelean.
En Guerrero ya vivimos ese episodio entre los primos Ángel Aguirre
Rivero frente a Manuel Añorve Baños. Aguirre se pasó al PRD y triunfó.
Si el desempeño del gobernador en turno daña o beneficia a su partido.
Supongo que en Veracruz tendría que ganar el Yunes del PAN.
En Guerrero, el sexenio de Zeferino Torreblanca Galindo desperdicio
las expectativas que despertó, tanto que hasta los perredistas prefirieron
votar por un ex priista.
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