miércoles, 2 de diciembre de 2015

Balance de la mitad del camino de Peña Nieto

Se han cumplido tres años del arribo a la presidencia de Enrique Peña Nieto; lo que otros han denominado el regreso de la dictablanda.

Peña Nieto, en la elección para presidente en 2012 obtuvo más de 19 millones de votos con su partido el Revolucionario Institucional.


El segundo lugar lo logró Andrés Manuel López Obrador con cerca de 16 millones de sufragios bajo los colores del Partido de la Revolución Democrática.


El tercer sitio estuvo representado por Josefina Vázquez Mota bajo los colores blanquiazul (Partido Acción Nacional), con casi 13 millones de votantes.


Peña Nieto fue (es) el candidato del carisma. Estrategia publicitaria que se llevó a cabo con una década de anticipación con el uso intermitente de la televisión.


Peña Nieto conquistó, literalmente, el voto femenino.


El PAN descendió (había logrado derrocar al PRI y luego retener la presidencia) del primer al tercer sitio. Al parecer México todavía no está preparado para que una mujer lo gobierne.


López Obrador consiguió incrementar su votación con un millón de votos, en comparación con el evento electoral de 2006 –estuvo a medio punto porcentual por debajo del ganador- y todo indica que va a buscar la tercera oportunidad en pos de dirigir al país.


El área de oportunidad de Peña Nieto fue el Pacto por México porque logró alianza con los dos partidos que aquí he descrito. De ese acuerdo obtuvo las reformas (energética, educativa); sin embargo, grupos conservadores han impedido que se cristalicen.


Yerros, no atribuibles al desempeño de Peña Nieto, pero que han mellado su imagen internacional son los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa.


El evento de la Casa Blanca fue un tema que le hizo daño en su ícono como mandatario.


Recientemente la fuga del Chapo dañó también el símbolo del presidente. Casi se olvida, por ejemplo, la primera fuga del mismo personaje al inicio del sexenio de la alternancia con Vicente Fox.

En lo estrictamente político es que precisamente a mitad del camino ya se comenta sobre la sucesión presidencial. Y eso se traduce en debilidad.


No solamente los adversarios ya realizan campaña rumbo al 2018, sino que también algunos miembros de su gabinete.


De los antagonistas se encuentra Andrés Manuel López Obrador y Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón Hinojosa.


De su gabinete se apunta Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación. Más cauto Luis Videgaray, secretario de Hacienda. De su partido, Manlio Fabio Beltrones, líder nacional, sólo por mencionar los más importantes.


Aunque el PRI es hegemónico en el sistema político ha dejado de ser el grupo compacto, unido y sólido de hace apenas 15 años. Si bien llegó a la presidencia esta posición ya no es garantía de cohesión priista.


En otras palabras Enrique Peña Nieto es el presidente de la nación, pero en los hechos ha dejado de ser el jefe del partido. Eso era antaño, ahora surgen las ambiciones.

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