Eran
de sangre azul. Pura alcurnia porque lo iniciaron empresarios e intelectuales,
allá por 1939. Manuel Gómez Morín, uno de los siete sabios, lo motivó.
Se
inconformaron por la cerrazón del entonces Partido de la Revolución Mexicana
del seudosocialista Lázaro Cárdenas del Río.
Fueron
la primera gran escisión del partido en el poder. La segunda fue la conformación
del PRD.
La
otra hipótesis es que los panistas se aliaron con Plutarco Elías Calles para
enfrentar al general Cárdenas.
En
el 40 los azules postularon a Juan Andrew Almazán a la presidencia de la
República y bajo un fraude (leer Memorias de Gastón N. Santos) perdieron ante
Manuel Ávila Camacho, candidato oficial.
Los
panistas realmente fueron una oposición digna al PRI, cuyo origen se encuentra
con Miguel Alemán Valdés.
Los
panistas no recibían recursos y mantuvieron su congruencia ideológica hasta
1976 en la campaña para presidente de José López Portillo. No participaron.
El
PAN a diferencia de otros partidos no era satélite o comparsa del gobierno. Y
al dejar de presentarse en eventos electorales puso al descubierto la ausencia
de competencia política.
En
este tiempo la izquierda estaba marginada. Carecía de reconocimiento oficial.
El
abandono del PAN en el sistema político dio como resultado la primera y gran
reforma político electoral (1977) en México.
La
discusión panista fue si competían y aceptaban recursos del gobierno. Fue
álgido la confrontación y para evitar la fractura decidieron posponer el debate
y no presentar candidato.
José
López Portillo tuvo que ganar.
Hoy
la disputa de los panistas, luego de probar las mieles del poder y encontrarse
en un tercer lugar nacional, es quiénes se quedan con los recursos que reciben
del sistema político. Es decir, las prerrogativas.
Antes
se distanciaban por impedir contaminarse por la entrega de recursos (implica
corrupción). Actualmente les interesa contagiarse, porque es parte del placer
del poder.
Principalmente
son dos grupos quienes disputan la dirigencia nacional: maderistas (Gustavo
Madero) y calderonistas (Ernesto Cordero). Otros dos grupos como el conservador
Yunque y los seguidores de Josefina Vázquez Mota.
Con
la declinación de Vázquez Mota la balanza se inclina hacia Madero; los
yunquistas estuvieron contra Calderón cuando estuvo en la presidencia; así que
es altamente probable que repita en la dirección nacional Gustavo Madero.
Cualquier
grupo panista va por el dinero. Han perdido ideología. Son azules porque ese
color los identifica, pero en realidad huelen el oro.
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