lunes, 3 de marzo de 2014

Gustavo Alcaraz Abarca, fini

Defino el último vocablo del título escrito en francés. Acabado. No. No conozco el idioma francés, al que desde pequeño le admiré por su pronunciación seductora, sino que el término desde esa edad también lo escuchaba de manera reiterada para la ironía.

En realidad la frase es una conjunción de lenguas, español y francés para concluir con se fini. Se acabó. Y como es un dicho popular, pues, vale ya que el pueblo es quien va formando otra lengua.

En Tixtla nacieron dos personajes de la historia guerrerense y nacional: Ignacio Manuel Altamirano y Vicente Guerrero. El primero, escritor y político; el segundo político y segundo presidente del México independiente.

Tixtla, en algún momento de la historia de Guerrero fue capital del Estado.

Por lo tanto debería ser un lugar recordado, no solo por los guerrerenses, sino por los mexicanos.

Ahora bien, Gustavo Alcaraz Abarca es el actual presidente municipal de Tixtla, un territorio a una distancia 15 kilómetros de la capital del Estado, Chilpancingo.

Alcaraz Abarca gana la presidencia municipal, en una especie de carambola de aprendiz de billar; es decir de chiripa. En realidad le llegó una alianza de dos grupos priistas: el del ex presidente municipal, Jorge Luis Campos Espíritu y del ganador legal de un proceso interno de los tricolores: Rubén Valenzo Cantor.

Alcaraz es postulado por un grupo de perredistas. Su triunfo obedece a ser el más conocido entre los aspirantes de este partido. Gustavo no era perredista y al ser el triunfador es adoptado por ellos.

En Tixtla los militantes del negro amarillo son eternos enemigos de los priistas. Así que por lealtad se suman a la candidatura de Gustavo Alcaraz y gana.

Triunfa por el apoyo de Campos Espíritu y Valenzo Cantor. Éste último en las encuestas elaboradas por los priistas da la sorpresa por ser el más conocido. Su debilidad, según los tricolores era que no era (échate ese perogrulo a la uña) originario de Tixtla.

Entonces los tricolores postulan a Saúl Nava, lo registran y hace la campaña. Al cierre de campaña electoral oficial Rubén Valenzo hace público que el Tribunal Federal Electoral reconoce su inconformidad para que sea el candidato oficial del PRI.

El desconcierto priista se hace presente. En realidad ya había acuerdos de alianza para que ganara el PRD. El efecto sicológico de la ausencia de candidato ayudó a un incremento de votos a favor de Alcaraz Abarca.

Como aprendiz de político pagó de inmediato su inexperiencia. Nada, en serio, nada hizo cuando se presentó la contingencia de los huracanes Ingrid y Manuel. Un enorme territorio de Tixtla estuvo inundado durante meses. Aquí se ganó el descrétido. Ni una gestión y tampoco su presencia física.

Hace unos días calificó a las policías comunitarias de guerrilleros, cuando existe la percepción social de que han sido agrupaciones que han disminuido la delincuencia.

El último error que cometió fue haber aceptado un debate radiofónico frente a dirigentes de policías comunitarias. No acudió.


Desde su comportamiento frente a la contingencia ya estaba fini. Ahora, con el ausencia de empeño a su palabra a un debate se ha enterrado.

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