Acapulco no es Guerrero, frase que escribo para
quienes piensan que el candidato a gobernador, de cualquier partido, debe ser
de la capital o de La Montaña. Sin embargo, desde una visión política el puerto
presenta dos aspectos importantes: Ha sido caja de resonancia para la entidad y
posee el mayor número de electores.
Desde que se instauró la competencia política (1996)
de Acapulco han ganado la gubernatura dos ex presidentes municipales de este
municipio: René Juárez Cisneros (PRI) y Zeferino Torreblanca Galindo (PRD). En
total han sido 3 elecciones, la última la ganó Ángel Aguirre Rivero en una
conversión de priista a perredista y provino del poder legislativo; es decir,
no ha sido presidente municipal.
De los más de 2 millones de electores en Guerrero
aproximadamente 650 mil pertenecen a Acapulco. Un poco más de la cuarta parte.
En este nivel es que los actores políticos prefieren a este lugar para aplicar
estrategias de publicidad.
Prácticamente todos los que desean ser candidatos a
gobernador despliegan su propaganda en Acapulco.
La combinación perfecta para ganar credibilidad
política y ser postulado como candidato a gobernador Guerrero, debe haber sido
presidente municipal de Acapulco y hacerlo más o menos bien. Para los
profesionales de la política Luis Walton, actual presidente del puerto, les
parece atractivo, por esas dos características.
El último en añadirse a la petición unidad en torno a
Walton rumbo a la gubernatura es Ricardo Monreal, un político que sabe conservarse
en la toma decisiones. El mensaje es directo a quienes hacen política. Los
demás simplemente se suman.
En estos días otra expresión perredista de dirige,
Víctor Aguirre Alcaide, está considerando apoyar a Walton. Se llama Unidad de
Izquierda Guerrerense (UIG) y esta organización ha sido aliado del gobernador,
Ángel Aguirre Rivero. UIG podría ser la tercera fuerza política perredista en
Guerrero.
La primera y segunda
influencia perredistas, respectivamente, son: Grupo Guerrero -David Jiménez
rumbo- y Nueva Izquierda Bernardo Ortega Jiménez y Sebastián de la Rosa Peláez-.
Mensajes políticos
La liberación de Gustavo Ponce, ex tesorero de Andrés
Manuel López Obrador, avisa sobre el tema impunidad si se dan alianzas con el
grupo en el poder. El recado va a
panistas (leáse Oceanografía) y perredistas (leáse línea 12 del Metro).
El suceso de liberación de Ponce y “la falta de evidencias”, luego de
un largo periodo de arresto, comunica que Morena tendrá recursos para lograr su
registro y ganar, porque no, la gubernatura de Guerrero.
Si los perredistas sabían que AMLO carecía de dinero,
hoy entienden que ese problema ha sido subsanado.
Con estos acontecimientos Walton toma delantera.
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