domingo, 26 de octubre de 2014

Caída de gobernadores, México

La licencia de Ángel Aguirre Rivero para dejar el cargo de gobernador de Guerrero lleva una revisión somera de mandatarios estatales mexicanos que han sido presionados para dejar el cargo. La base de los datos están consignados en el periódico Mileno bajo la firma de Rosa Emilia Porras Lara. Evidentemente los comentarios en cursivas son de quien suscribe el presente texto.

Guerrero presenta dos casos de licencia: Rubén Figueroa Alcocer y el reciente de Ángel Aguirre Rivero. Los otros acontecimientos del 60 con Raúl Caballero Aburto, fue una desaparición de poderes.

Alcocer estuvo en el cargo 3 años de 1993 a 1996. Rubén Figueroa pidió licencia definitiva ante el Congreso del Estado el 12 de marzo de 1996, luego de ser señalado por organizaciones sociales como responsable del asesinato de 17 integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) el 28 de junio del año anterior, en la llamada masacre de Aguas Blancas. Lo sustituyó en el cargo Ángel Aguirre Rivero.

La licencia fue pedida por el presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León, ya que Figueroa es íntimo amigo de la familia Salinas de Gortari. En aquellos años las diferencias entre el presidente y el ex presidente eran mayúsculas, a tal grado, que se exilió Salinas en Cuba y en Dublín, Irlanda.

En Baja California, Xicoténcatl Leyva Mortera pidió licencia al cargo en 1988, a un año de concluir su mandato, por lo que describió en su licencia como "resultado de las circunstancias del momento político". Ese año Leyva reconoció el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas sobre Carlos Salinas de Gortari en la elección presidencial.

Carlos Salinas de Gortari escribió el libro “La década perdida” donde nos publica, entre otros temas, las actas de escrutinio donde él demuestra que ganó las elecciones de 1988. Sin embargo, el 5 de mayo de 1989, apenas a 10 meses de haberse celebrado las cuestionadas elecciones federales, se incendió el Palacio Legislativo de San Lázaro, lugar donde se encontraban las actas de escrutinio. Era la única prueba de resultados reales de la competencia electoral.

Eduardo Robledo, gobernador de Chiapas duró solo 70 días en el gobierno del estado, solicitó licencia al cargo después de la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) 1994. Lo sustituyó Julio César Ruiz Fierro.

El surgimiento de los indígenas fue una expresión de presión política frente a Salinas de Gortari ya que en este año se firmaba el Tratado de Libre Comercio con la idea de ofrecerle al mundo, que en México ya no había pobreza, que había sufrido un tremendo cambio.

La imagen de Salinas era extraordinaria ante el mundo e indicaba que él tenía el control económico y político del país. Esa representación estaba encarnada en Luis Donaldo Colosio, hechura de Salinas, quien vendría a darle continuidad al proyecto económico y político del ex presidente Salinas.

Los enemigos de Salinas no cayeron en el garlito y tuvo un término trágico con la finalidad de impedir el poder tras el trono.

En Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri fue gobernador de 1988 a 1992. Dejó el cargo tras las explosiones del alcantarillado en Guadalajara, que dejaron como saldo 210 muertos y más de mil heridos. Carlos Rivera Aceves fue nombrado gobernador sustituto.

En realidad la responsabilidad era de Pemex por la fuga de gasolina a consecuencia de la deficiente red de distribución de líquido. El contrato de esa instalación, con severas fallas fue firmado por un burócrata de nombre, Miguel De la Madrid Hurtado, quien a la postre sería presidente de México y padrino de Salinas de Gortari.

Además el director de Pemex es un protegido de Carlos Salinas de Gortari, cuyo nombre responde a Francisco Rojas.
Era la cabeza del gobernador para proteger a un ex presidente y a un amigo de Salinas.

Por problemas de salud, Fausto Vallejo solicitó licencia temporal al cargo de gobernador de Michoacán tres veces: la primera en abril de 2013, solo dos meses después del surgimiento de las autodefensas; la segunda en agosto y la tercera en mayo de 2014. El 18 de junio de ese año dejó el cargo de manera definitiva.

El Congreso de Michoacán eligió como gobernador al académico Salvador Jara. Jesús Reyna, ex secretario de Gobierno del estado y gobernador interino durante las ausencias de Fausto Vallejo, fue detenido en abril de 2014 por presuntos nexos con la delincuencia organizada.

La caída del gobernador y del secretario de gobierno fue resultados de una pugna política entre los equipos del poder ejecutivo federal frente al hombre que se dice está detrás de la silla en el presente sexenio.

La salida “neutral” fue nombrar al rector de la Universidad Nicolaíta bajo el impulso del grupo de Miguel Ángel Osorio Chong.

Jorge Carrillo Olea dejó el cargo de gobernador de Morelos en mayo de 1998, tras un juicio de procedencia, e inhabilitado por 14 años para ocupar un puesto en el servicio público por su responsabilidad en actos de omisión  en los delitos de secuestro y homicidio.

Jorge Morales Barud asumió como gobernador interino y dos años después lo reemplazó Jorge Arturo García Rubí, designado por el Congreso estatal para ocupar el cargo del 18 de mayo al 30 de septiembre del 2000 para empatar las elecciones estatales con las federales.

Carrillo Olea era plenamente identificado con el equipo político de Fernando Gutiérrez Barrios, uno de los hombres con mayor información sobre el servicio secreto del país. Hábil como es Salinas, lo nombró secretario de Gobernación, con la idea de tenerlo cerca.

Sócrates Rizzo renunció a la gubernatura de Nuevo León el 18 de abril de 1996, luego de una crisis política generada por los escándalos de corrupción de funcionarios en su administración y por el crimen del reconocido abogado Leopoldo del Real Ibáñez. Fue reemplazado por Benjamín Clariond.

El nombramiento de Clariond era con la intención de fortalecer las relaciones políticas entre el gobierno federal y los empresarios del norte. Éstos han sido reacios a llegar a acuerdos con el poder político central y específicamente con priistas. El signo de ese distanciamiento lo observamos en el apoyo que le ofrecieron en 2012 a Andrés Manuel López Obrador.

Ramón Aguirre ganó la elección de 1991 de Guanajuato, pero el PAN alegó fraude y el priista decidió no tomar posesión del cargo. El Congreso del Estado designó gobernador provisional al entonces alcalde panista de León, Carlos Medina Plascencia.

Eran los primeros signos de las llamadas concertacesiones en donde el PAN se convertiría, en el corto plazo, en la primera fuerza electoral para conquistar la presidencia en el 2000.

Fausto Zapata ganó las elecciones estatales en 1991 en San Luis Potosí, pero cuatro días después renunció al cargo entre las presiones del candidato de la coalición formada por PAN, PDM y PRD, Salvador Nava, quien denunció fraude electoral. Fue sucedido por Gonzalo Martínez Corbalá.

El gran luchador social Salvador Nava representó en su momento lo que hoy se conoce como resistencia civil pacífica. Este movimiento es ilustrativo del futuro que hoy se observa en Guerrero con la movilización de miles de personas con su objetivo –ya cumplido- de derrocar a Ángel Aguirre Rivero. Luego de impedir la asunción de Fausto Zapata, todo quedó igual.

De los casos aquí anotados el mayor número de gobernadores –en desgracia política- corresponden al sexenio de Carlos Salinas de Gortari. revistaa@yahoo.com

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