En
México las diferencias entre académicos o técnicos, conocidos con el término
politológico tecnócratas, contra políticos comenzó en el sexenio de Luis
Echeverría Álvarez.
El
objetivo de los tecnócratas es aplicar un método científico para la solución de
problemas sociales.
El
primero en proponer la dirección técnica sobre la política para encontrar
soluciones de la nueva sociedad, basada en la revolución industrial, fue
Auguste Comte a mediados del siglo XIX. En el Mundo cobra fuerza la nueva idea en
la década de los 30 y en México da sus primeros pasos en 1970.
El
surgimiento de la guerrilla, así como la organización de cientos de sindicatos
independientes orilló al gobierno federal a realizar incipientes reformas
políticas para darle oportunidad a partidos a ser representados en el Congreso.
Al mismo tiempo Echeverría cuestionó muy fuerte
el papel de la iniciativa privada que había privilegiado en su beneficio el
crecimiento económico en detrimento de la justicia social.
La política pública de este sexenio se basó en lo que hoy
conocemos como populista; es decir, programas de apoyo a grupos vulnerables, lo
cual provocó la idea de que el gobierno está obligado a mantener a su
comunidad.
Bajo el distanciamiento de gobierno y empresarios fueron
reemplazados éstos últimos con técnicos; es decir, una aparente reconciliación
entre universitarios y gobierno, luego de los sucesos del 68.
En los sexenios posteriores
estos técnicos, luego conocidos como tecnócratas, comenzaron a
organizarse para disputar el poder a los políticos.
El primer tecnócrata en asumir la presidencia fue Miguel de
la Madrid, luego de haberse cuestionado el presidencialismo mexicano a nivel
internacional en la persona de José López Portillo. JLP llegó a dirigir al país
sin ninguna oposición ni ficticia ni real.
El principal autor de la demostración de un sistema de
partido único fue el PAN (partido real de oposición al PRI), porque en 1976 no
presentó candidato a la presidencia.
Esto jamás fue premeditado por los panistas, sino que en
estas elecciones tuvieron un enfrentamiento interno brusco que, para evitar la
división, prefirieron dejar de participar por la presidencia.
La continuidad de los tecnócratas en el poder se dio con Carlos
Salinas de Gortari. Estos tecnócratas no eran unos sencillos y simples
técnicos, sino que son personas que presentan títulos de maestría y doctorado
en universidades del extranjero. Con otra visión.
Se parte del razonamiento de que los académicos, a través de
sus estudios, se encuentran cercanos a una realidad y han ganado sensibilidad
frente a la sociedad.
Los académicos tienen conocimiento y un método; mientras que
los políticos presentan percepciones de
la realidad por su acercamiento cotidiano con la gente.
Los políticos ya tuvieron su oportunidad, es tiempo de que
prueben los académicos.
En este momento de crisis política ya se encuentran dos
gobernadores con la intención de sacar adelante esa situación. Michoacán con
Salvador Jara Guerrero y Rogelio Salvador Ortega Martínez en Guerrero, ambos de
formación académica; de lograrlo, estaríamos en una nueva etapa: ahora los
académicos incursionan en política.
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