Me dicen los que saben, desde la ciudad de México, que ya decidieron que vaya Claudia Ruiz Massieu –en realidad Ruiz Salinas-, actual secretaria de Turismo, como candidata a gobernadora por el Partido Revolucionario Institucional para el Estado de Guerrero.
¡Es un dedazo! Ni duda cabe.
El único, de los precandidatos a gobernador que se encuentran en Guerrero, y no asimila el señalamiento es Cuauhtémoc Salgado Romero, presidente estatal.
Me comentan que el argumento de peso que plantea Salgado Romero son los resultados de las encuestas donde él aparece, siempre, en primer lugar.
La respuesta que le ofrecen es que esas mediciones son a modo y que las que sus dirigentes poseen indican que ninguno de los cuatro es muy bien aceptado porque no representan la “unidad necesaria ganadora”.
Los cuatro precandidatos son: Astudillo Flores, Héctor; Añorve Baños, Manuel; Moreno Arcos, Mario y Salgado Romero, Cuauhtémoc.
También me reseñan que dentro de los acuerdos, para conservar ese bloque, es que René Juárez Cisneros, senador y ex gobernador, ocupe la secretaría de Turismo y ayude a la entidad en este momento de crisis.
En aras de mantener el equipo priista a los grupos de cada candidato les van a dar espacios en la próxima administración en donde el Comité Nacional será quien vigile que se cumpla con lo pactado.
De llevarse a cabo esta versión del tricolor, desde mi punto de vista, habrá demasiada simulación en la campaña de miles de priistas, simple y sencillamente por la imposición.
Otro sesgo adverso que pesará en el proceso electoral hacia el PRI es la tremenda cultura misógina en Guerrero.
En la otra banda, o sea la izquierda continúa en la mejor posición el alcalde de Acapulco, Luis Walton.
Igual que en el PRI, la izquierda enfrenta dificultades para conformar la unidad. Y a Walton no se le contamina con el caso normalistas-Iguala-Ayotzinapa-cetegistas. Y tampoco con otro tipo de grupos delictivos.
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