Rubén Valenzo Cantor es un
político con agallas y por lo tanto polémico. Es de extracción priista y
ahora, busca su independencia.
Su último puesto político
administrativo: subdelegado del Registro Nacional Agrario en Guerrero.
Fiel a su natural estilo
controvertible solicitó registrar ante el Instituto Estatal Estatal, luego
Instituto Nacional Electoral (ahora Instituto de Participación Electoral) un
partido político en el Estado con el nombre de Partido de los Pobres. Homónimo del
que formara nada más ni nada menos que Lucio Cabañas Barrientos, éste sí
guerrillero.
El nombre de Lucio Cabañas
regresa a la memoria social de los guerrerenses por el tema de los normalistas
de Ayotzinapa. a) Lucio fue alumno de esta institución y b) dio origen al
Partido de los Pobres como una organización que buscó luchar contra el gobierno
rapaz.
Valenzo no es ni por asomo lo que
decía Lucio; pero las circunstancias, por lo menos de propaganda en este
ambiente, le favorecen para que pueda colocar a su partido en el gusto de la
gente.
Rubén no es, por supuesto
guerrillero. Sí, con toda la intención, un político controvertido.
Valenzo tampoco es pobre. Una
publicación local informó que construye una mansión con un costo de diez
millones de pesos. La residencia se localiza, según el parte informativo, entre
Chilpancingo y Petaquillas. La mansión fue construida durante su función como
diputado local en la pasada legislatura. Además era representante del PRI.
Rubén Valenzo, para nada es
inteligente; pero sí listo. Ya que para el presente proceso electoral ya
presentó a tres precandidatos a gobernador. Dos mujeres de las cuales no dio a
conocer el nombre y, por supuesto él. ¡Vaya equidad!
Por supuesto que presenta la
terna donde él será el ganador dentro del proceso electoral. Por eso es vivo.
Rubén Valenzo, supongo, ha de
contar con buen padrino político. Ganó la candidatura a presidente municipal
por Tixtla, por decisión legal, ¡a un día de terminar la campaña! Esto sucedió
hace tres años. Saúl Nava hizo toda la campaña y con esa resolución del
tribunal federal Valenzo pudo negociar con el actual presidente municipal
perredista, Gustavo Alcaraz.
Valenzo alcanzó a dividir al PRI
e inclinar el triunfo hacia el PRD. La ayuda en el Tribunal sólo se entiende
por una ayuda política.
De manera similar sucedió con el
registro del Partido de los Pobres. El instituto local le rechazó la solicitud
y el Tribunal Federal determinó que Valenzo podía registrar el partido estatal
y contender para el proceso electoral de 2015. Alguien le ayuda.
En este momento de efervescencia
a favor de Ayotzinapa le podría traer beneficios a Valenzo y al Partido de los
Pobres. Es, en otra versión, una prueba para el análisis político si permea la
propaganda en beneficio de este nuevo partido o la gente logra diferenciar al
partido de Lucio o al partido de Rubén.
El marketing político del Partido
de los Pobres se encuentra sustentado en atraer a los que menos tienen que son
una inmensa mayoría, que no vota; sin embargo, coyunturalmente podría sacar
provecho por los el conflicto de los 43 (ahora 42) desaparecidos.
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