martes, 21 de abril de 2015

Lo quitan o lo quedan

Lo último: el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, declaró al periodista Carlos Puig de Milenio que no regresará al estado como se ha insistido. "Crearía más conflictos" subrayó (21 de abril, 2015)

El siguiente texto lo escribí ayer martes alrededor de las 8 de la noche.

Estas son ideas y reflexiones.

El tema político de estos días es la estadía o culminación del ciclo de Rogelio Ortega Martínez como gobernador interino. 

Surgen hasta apuestas por el tema controversial. Y es que en política, todo puede suceder.
Candidatos a gobernador como Héctor Astudillo y Luis Walton, con mesura, señalan que la decisión le corresponde al Congreso estatal sobre la permanencia. 

Quien ha sido incisivo para que se retire Ortega Martínez de la actual responsabilidad es Jorge Camacho Peñaloza, candidato del PAN.

Pablo Amílcar Sandoval, candidato de Morena, califica de pésima la actuación del gobernador.
Las declaraciones del PAN y de Morena se perciban como frases electoreras. Como una manera de llamar la atención.

En cambio los sectores empresarial y la iglesia piensan que Rogelio Ortega Martínez debe continuar hasta octubre. “No es el momento de otro cambio”, porque traería una nueva inestabilidad.

La entrevista que ofreció ayer Sofío Ramírez, senador por el PRD y hombre identificado con el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, me parece que es con la intención de conocer reacciones políticas sobre la posibilidad de un retorno.

En lenguaje llano, Aguirre “le está midiendo el agua a los camotes”.

En el escenario de que regrese Aguirre de inmediato surge la conexión de éste con el poder Ejecutivo federal. Y al mismo tiempo, supongo, habría descontento de algunos sectores por su relación con los sucesos de septiembre del año pasado.

Si bien no directamente, se sabe tiene implicaciones políticas. Y esto desestabiliza.

De llegar Aguirre al poder surge otra incógnita política. Desde ese lugar a ¿quién va a ayudar de los precandidatos a gobernador?

A la candidata de su expartido. Al que fue su partido. O a una alternancia en el poder o sea Movimiento Ciudadano. En cualquier opción se mueve el tapete y eso perturba.

Percibo que lo más sensato, políticamente, es que Rogelio Ortega culmine hasta octubre de este año.

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