martes, 4 de julio de 2017

Partido verde, ni tanto

El partido verde ecologista mexicano es, como otros partidos políticos, una franquicia familiar. Los dueños son los González Torres.

Jorge el papá y Emilio el hijo. En el abanico de ideologías ya no entraban. Las tres opciones ya estaban ocupadas: izquierda (PRD), centro (PRI) y derecha (PAN). 

Tuvieron el tino de crear la corriente ecologista mexicana de moda en Europa.

En escasas ocasiones han presentado iniciativas acorde con lo que postulan que deberían ser temas relacionados con la ecología o el medio ambiente. De esas ninguna ha sido trascendental para el país.

El crecimiento del partido verde fue por el tino que tuvieron al formar una alianza política con el partido en el poder. Con esto consiguieron y conservaron el registro para allegarse de recursos, mismos que han aprendido a distribuir entre simpatizantes y militantes.

La alianza con el PRI le dio extraordinarios frutos, los cuales se traducen en regidurías, presidencias municipales, diputaciones locales y federales, además senadurías.

En este sexenio los incorporaron el gabinete en subsecretarías.

Por su pragmatismo político han aprendido a hacer política. Dicen ser leales al PRI y eso habría que reconocérselos, por algo lo patentizan.

Los verdes hacen lo que priistas les indican. Esto consta en el siguiente relato: En las elecciones estatales de Guerrero (2015) el único municipio donde no concretizaron la alianza política fue en Acapulco. Aparentemente no había una explicación para evitar la alianza. Hasta que gana el PRD con Evodio Velázquez.

Lo anterior se traduce en la presunción de que hubo un arreglo político. La gubernatura para el PRI y Acapulco para el PRD y con ello posibilitar la gobernabilidad. Es decir, no podían dejar huérfanos a los perredistas luego de retener el poder por 10 años.

Por su experiencia los ecologistas han aprendido a dialogar con quien creen les pueda ayudar o a ganar o a conservar privilegios. Y en esto se encuentran algunos diputados y senadores del verde con la  idea de juntarse en un probable gran frente. Es decir, algunos “no tan verdes” se están saliendo del carril.


Si el verde llegara a dividirse, evidentemente que, debilita al PRI, su eterno aliado y benefactor. Asoma la preocupación en este partido, porque es lo que le ha dado triunfos: su unidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario