jueves, 12 de junio de 2014

Profesiones de alto riesgo; periodismo, no

Dicen mis compañeros periodistas y hasta diaristas que éste oficio o profesión es de los empleos más peligrosos. Parten de la idea de que “la información es poder” y lo que digan, escriban o muestren a la comunidad va a lastimar, principalmente, a un personaje de la política. Esto último, percibo, es su mayor preocupación.

En parte les asiste la razón cuando exhiben con pruebas su dicho. Se cumple cabalmente esa advertencia cuando la información tiene su sustento en la imaginación, en la diatriba cuyo origen proviene del hígado.
Hasta el momento desconozco una sola demanda contra un periodista o diarista por difamación.

No hay duda, por ejemplo, de que el corresponsal de guerra, en esta profesión del periodismo, es un desempeño de alto riesgo; ahí sí está en peligro la vida. O la fama, e incluso, muchísimas historias que podrían terminar en una narrativa literaria.

Todavía en México y con mayor énfasis en algunas entidades (como Guerrero) se encuentra en la incertidumbre, como reportero, abordar temas relacionados con ciertas organizaciones. En el norte del país han adoptado la autocensura en esos temas. Afortunadamente va disminuyendo.

Y como a muchos de mis colegas les da por llamar la atención y ser, congénitamente, escandaloso o simplemente resaltan su ego, es por eso que sostienen que el periodismo es de alto riesgo.

Por curiosidad busqué cuáles son los oficios o empleos o profesiones más peligrosos en el mundo y, para desaliento de mis colegas, no aparece el de periodista.

Aquí van los 10 empleos más peligrosos: limpiador de ventanas en rascacielos, miembro de un grupo buscador de explosivos, pescador de cangrejos, leñador, limpiador de alcantarillas, astronauta, policía antidisturbios, trabajador de plataforma petrolífera, minero y bombero.

Es cierto, dado el ambiente de inseguridad que vivimos el oficio de periodista sí se ha vuelto peligroso; pero hay quienes exageran para usufructuar, perdón, pero no tiene otro objetivo.

En Chilpancingo, agregaría otros dos desempeños peligrosos, en los coletazos del descenso -espero- de la inseguridad, son: empresario y político.

Ambos desempeños son deseo, de otro tipo de delincuentes, por ser ganancia fácil.


Lo más seguro es que después de estas consideraciones ya no me consideren del gremio. Ni modo.

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