martes, 24 de junio de 2014

Sacerdotes, cuarto poder político


Con la nueva de que los clérigos pueden realizar política de manera directa. En sus homilías pueden orientar y hasta señalar por quién deben votar.

Es en ese nivel que los presbíteros se han colocado como cuarto poder desplazando a los periodistas. No escribo a los comunicadores, porque éstos, supongo, ostentan otro rol profesional.

En México el primer poder es el ejecutivo; segundo el legislativo porque, se dice, hace leyes y el tercero el judicial porque castiga a quienes quebrantan las leyes. El cuarto se admite es la prensa porque cuestiona a los tres anteriores y podría ser su contrapeso político.

Desde otra ubicación, llamémosla presupuestaria, la prensa se le considera el cuarto poder porque es receptiva de recursos que le proporcionan los tres poderes descritos con anterioridad.

No. No es invento de quien escribe que la iglesia sea el cuarto poder en sustitución del gremio periodístico. Es resultado de las reuniones que celebraron los partidos políticos en la llamada reforma política de 2014.

La separación iglesia estado se llevó a cabo en lo que se conoce guerra cristera en donde el gobierno de Plutarco Elías Calles (1926-29) decidió quitarles a los sacerdotes bienes de la nación.

El resultado fue cruento y trágico.

Vino luego la consolidación del periodo de partido único. Pero como nada es eterno surgieron con el tiempo las debilidades entre la cúpula gobernante.

1988 marca el choque de los priistas. Por un lado los tricolores y por el otro los neopriistas,éstos últimos, al año siguiente, crean el partido de izquierda conocido con las siglas PRD.

Carlos Salinas de Gortari era el presidente, el ambiente para él se presentaba con fuertes rasgos de debilidad, entonces, para ganar aliados políticos invita a los representantes de la iglesia a su protesta como mandatario.

Cinco años más tarde (1992) con la fuerza que adquirió como presidente reforma el artículo 130 en donde se legisla que los sacerdotes pueden votar en procesos electorales.

Actualmente los sacerdotes mantienen injerencia en 8 de cada 10 mexicanos. Su fuerza ideológica es increíble. Es en este nivel que la reforma de 2014 les otorga más presencia en la política, pues resulta que pueden orientar a sus feligreses por un partido o candidato en específico.

Antes de esta reforma esa actividad era considerada un delito electoral.

Los sacerdotes con estas facultades, en los hechos, se convierten en el cuarto poder desplazando a los medios de comunicación. Quienes se dedican al periodismo perciben miles de seguidores; los clérigos los ven y tocan a sus seguidores. Además piensan por ellos.


Una probadita de su influencia la observaríamos si es que los diputados perredistas de Guerrero se atreven a aprobar la iniciativa de despenalización del aborto. En este marco el gratificado sería el PRI y en particular Manuel Añorve (precandidato a la gubernatura en Guerrero) y su esposa Julieta Fernández (diputada local), quienes desde el principio se pronunciaron por el NO al aborto.

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