miércoles, 11 de junio de 2014

Quién ganará nominación; PRI

La única tablita que tiene el PRI Guerrero para recuperarse y hasta ganar la gubernatura es la unidad. Se dice fácil, pero requiere de una alta dosis de política; término entendido como diálogo y acuerdo.

Los precandidatos priistas son: Mario Moreno Arcos, presidente municipal de Chilpancingo (en dos ocasiones) y ex diputado federal; Cuauhtémoc Salgado Romero, presidente estatal de su partido, ex diputado local y diputado federal; Manuel Añorve Baños, ex candidato a gobernador, ex presidente municipal de Acapulco y diputado federal, y, Héctor Astudillo Flores, ex candidato a gobernador, ex presidente municipal de Chilpancingo, ex coordinador de la fracción local, ex senador, ex diputado federal, diputado local.

Los nexos a nivel nacional serían de la siguiente manera: Moreno Arcos con el grupo de Miguel Ángel Osorio Chong; Cuauhtémoc con el grupo Atlacomulco (César Quiroz, presidente nacional y Emilio Chuayffet, secretario de educación), Añorve con Manlio Fabio (coordinador de los diputados federales) y Astudillo aliado de Añorve.

De acuerdo a encuestas divulgadas por gente cercana a estos actores sus gallos ocupan el primer lugar de preferencias. Por lo tanto, es propaganda. Y no son creíbles sus datos.

El mecanismo que utiliza cada grupo para descalificar a su adversario es filtrando información que dañe la imagen de su oponente.

Sobre Moreno Arcos se dice que no cumple con sus trabajadores del ayuntamiento, que es ineficaz para culminar con las obras del río Huacapa y que tampoco ha resuelto la problemática del agua en la ciudad.

De Salgado Romero se dice que le ha quedado grande la presidencia estatal, que no es capaz de hilar un discurso.
De Añorve comentan que es pésimo administrador y que dejó en bancarrota el ayuntamiento de Acapulco.

De Astudillo que no culmina las responsabilidades que le encomiendan.
Además éstos dos últimos les adjudican el calificativo de perdedores porque en su momento fracasaron por la gubernatura.

Lo cierto es que los priistas guerrerenses unidos son capaces de generar alrededor de 500 mil votos; en comparación los del PRD (partido en el poder) dicen tener una filiación de 400 mil militantes.

Sino llegara a concretarse la coordinación de las izquierdas -como se observa hasta el momento- al PRI se le abren nuevas perspectivas.

Sin embargo, cuando se aborda la temática de deserciones en el PRI, se recuerda el tránsito que hizo el actual gobernador y un grupo que lo apoyó dirigidos por la familia Salgado Leyva -Raúl y Jorge-. Así que la unidad priista también se tambalea.

Cuando se le pregunta a los priistas cuál sería la cualidad de su candidato a la gubernatura admiten que por un personaje nuevo, diferente. Por lo tanto, interpreto, descartan a Añorve y a Astudillo, a pesar de que el primero presenta los mejores nexos a nivel nacional.

Si continuo con la característica de “nuevo y diferente” sólo quedan Mario Moreno y Cuauhtémoc Salgado. Ante difícil situación sólo les queda aplicar la frase “todo cabe en un jarrito, sabiéndolo acomodar”. Sino manejan adecuadamente lo anterior, quedarán fuera otros seis años.

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