jueves, 4 de mayo de 2017

Panistas, división; ganaría AMLO

Primero un reconocimiento al Partido Acción Nacional.
Algunos lectores pensarán que he cambiado de partido. No. Ni siquiera pertenezco a alguno.
Y realizo estos ejercicios escriturales para comentar cómo se deslizan algunos actores o grupos en pos de ejercer un poder.
Prosigo. Al PAN le debemos que hoy se practique la incipiente democracia en México.
Otros han de pensar que el debilitamiento del PRI se le debe adjudicar a la izquierda, por su presión y organización. O, en otra perspectiva lo que hoy vivimos como democracia electoral es gracias al esfuerzo de los movimientos sociales.
Lo que hoy vivimos, en temas políticos, se deriva de la bifurcación de la cúpula que toma decisiones en el poder.
La mayor escisión, de la reciente historia, fue la que provocó Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de un ex presidente, en el partido que conduce al país.
Incluso, Andrés Manuel López Obrador, tuvo su origen en el PRI.
La siguiente es mi explicación sobre el tema panista.
En 1976 el sistema político mexicano sufrió un descalabro propinado por la ausencia del partido mejor organizado y de verdadera oposición. El PAN. José López Portillo fue el único candidato a la presidencia.
La división panista ocasionó que no tuviera candidato a la presidencia. No hubo acuerdo de los azules y ello derivó en que se descubriera que no existía ni había antagonismo, por lo tanto eso se traducía en ausencia de competencia por el poder.
El PRI disfrazaba eficazmente la pluralidad. Desde su coto creaba siglas de partidos que fueron calificados de satélite, porque giraban gracias a las órdenes que recibían de otro poder.
Al año siguiente (1977) Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación, en un acto en Chilpancingo, frente a uno de los gobernadores mejor ubicados como caciques -Rubén Figueroa Figueroa- anunció la Reforma Política; es decir, que se iba a dar registro a los partidos identificados de izquierda.
Dibujó una imagen democrática, plural.
Esa es la historia, por eso sostengo que al PAN se le debe, circunstancial o decididamente, el cambio político de este país.
Fue una división de la segunda fuerza política mexicana. Y esa misma coyuntura que hoy se presenta y en caso de permanecer le podría dar el triunfo a Andrés Manuel López Obrador. Sí, ¡los panistas!
En este momento el PAN presenta tres corrientes: los calderonistas (Felipe y Margarita), quienes apoyan al Rafael Moreno Valle (ex gobernador de Puebla) y los que están con Ricardo Anaya, presidente nacional.
Uno de estos apoyaría a AMLO y con ello le daría el triunfo. Así va el asunto, aunque en política las cosas cambian.

No hay comentarios:

Publicar un comentario