jueves, 26 de octubre de 2017

Dos precandidatos del PRI para 2018

La sensibilidad de quienes realizamos percepciones sobre el acontecer político nos inclina a pensar (perversamente), que en el PRI sólo existen dos precandidatos a la presidencia en el 2018.
Eran cuatro, pero la lista se ha reducido a dos.
El número uno, sigue siendo Miguel Ángel Osorio Chong; el dos, José Antonio Meade Kuribreña; el tres, Aurelio Nuño y el cuatro José Narro Robles, quienes son -en el mismo orden- secretario de Gobernación, secretario de Hacienda, secretario de Educación y secretario de Salud, respectivamente.
El más fuerte es Meade. A él le acomodaron las recientes reformas priistas en donde una persona que no tuviera militancia priista podría ser postulado por este partido.
La carrera político administrativa inicia (a nivel de gabinete federal), en el sexenio Vicente Fox al frente de Banrural. Continúa en este grado con Felipe Calderón ya como secretario de Energía. Y conserva ese estatus con Enrique Peña Nieto en Sedesol, Relaciones Exteriores y actualmente en Hacienda.
En una lectura política se ha desplazado por diversos encargos y en todos ha ofrecido resultados positivos.
Su formación académica fue en Yale en Estados Unidos, por lo que habla y escribe perfectamente el idioma inglés.
En estos días uno de los empresarios más famosos de México (Claudio X González) se inclinó a favor de Meade. Efectivamente no es decisorio, pero esa postulación le da un enorme apoyo a esta candidatura.
El político político dentro del PRI y también precandidato a la presidencia es Miguel Ángel Osorio Chong. También con prendas positivas en este partido.
La decisión, ahora más que nunca, no la va a tomar en “su soledad” el presidente. Si tomamos en cuenta la historia política del PNR, PRM y PRI, se ha inventado el mito del dedo decididor del presidente en turno.
En realidad ha sido un grupo, una cúpula la que acuerda, donde intervienen diversos sectores que van desde políticos, económicos, ideológicos y militares. Analizan el ambiente, contextualizan y señalan al candidato.
En la actualidad algunos de esos grupos hacen público su “gusto”. Ya señalé a un grupo económico. Como también lo ha hecho la iglesia católica de manera velada. Y estos signos manifiestan no solo diferencias, sino hasta un posible rompimiento.
Y en política “nadie piensa en perder”. Bajo ese dilema se fortalece Morena.
En estos momentos tanto el PRI, como el Frente (PRD, PAN y MC) atraviesan una confrontación interna. Y de permanecer con esta imagen, quien tiene mayores posibilidades de ganar es AMLO.
Sin embargo, en política mexicana los cambios son repentinos, abruptos. Y, por qué no, se dibuja otro escenario: que salgan la mayoría de partidos a enfrentar a AMLO.

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