jueves, 23 de mayo de 2013

Intolerancia a la homofobia


Homofobia es miedo o terror a hombres y mujeres homosexuales, vamos esas personas que tienen preferencia sexual por su género. Más específicamente es: a los hombres les gustan los hombres y a las mujeres, las mujeres. Ahora también se considera esa homofobia a los que son bisexuales o transexuales.

En lo personal no les tengo fobia (miedo, terror o pánico) a esas personas. Desde muy joven aprendí a convivir con ellos, principalmente homosexuales.

En el trabajo periodístico he realizado diversos textos sobre la homosexualidad y la bisexualidad. No he conocido, hasta el momento, un transexual.

Y lo que he entendido de ellos es que, igual que un heterosexual (gusta del sexo opuesto), somos seres humanos. Ahora si, como dice Lupita D’Alessio, con defectos y virtudes.

Para nada me molesta su forma de hablar ni de caminar, como tampoco su manera de vestir. Espero, a ellos no les afecte cómo me veo, camino, vista o me peine. Cada cual es libre de hacer lo que le venga en gana.

A estas alturas de la vida lo que me repugna es su intolerancia de esos homosexuales, bisexuales, transexuales y heterosexuales con sus pares.

Me explico. Escucho como algunos homosexuales donde se quejan o critican a otro homosexual. Como dicen ellos mismos “se lo acaban”. Y lo mismo sucede entre bisexuales y transexuales. En donde no hay mesura es entre heterosexuales. Aquí casi se siente que lo linchan con las miradas. En este género se da a flor de piel “la mala leche”. Pero en este último no aflora la crítica si lo comparo con los otros géneros aquí mencionados hasta el momento, sino, me parece, más bien emerge la envidia.

Entre homosexuales, bisexuales y transexuales percibo competencia. Se esmeran por ser cada vez mejor, cada cual en su desempeño profesional. En cambio en el campo heterosexual sólo emerge el adjetivo como una manera de denostar. Y esa argumentación heterosexual denota falta de creatividad. Se va por lo fácil.

Sí existe, pero es complicadísimo, conocer a un heterosexual con sensibilidad.

Esa última palabra del párrafo anterior conocida como sensibilidad, es la que ha caracterizado al ambiente femenino. Y, me parece justo reconocer, que el mundo homosexual -de los hombres- le han ganado a las féminas en ese término llamado ‘sexto sentido’.

Ahora me entero que cientos de homosexuales han comenzado a salir del clóset y son personas que han vivido toda su vida en familia, es decir, tienen esposa e hij@s. Es decir, con esa habilidad de la ultra percepción homosexual han birlado a su compañera.

Ella, la que poseía el maravilloso don de la intuición, ha sido, por el momento, derrotada por el homosexualismo varonil. En este punto lo criticable es que no se hayan decidido a tiempo por su preferencia sexual. revistaa@yahoo.com

 

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