Si me apego a la teoría política de las elites, se desprende
la hipótesis de que el conflicto magisterial en Guerrero, va en descenso y
pronto culminará.
Dice Gaetano Mosca en su teoría (esta palabra remite al
común de la gente a pensar que son ideas, cuando en la academia es un método
científico que se ha probado, el cual, bajo características similares, se
repite) nos indica que un pequeño grupo decide lo que van a realizar otros o,
incluso, los demás.
En este nivel se está estudiando, en la ciencia política,
cómo un personaje de ese pequeño grupo incide o manipula a un grupo inconforme.
Evidentemente es muy complejo probarlo, pero existe la sospecha, o en términos
académicos, la hipótesis de que es real la intervención de un actor político en
ese tipo de acontecimientos.
El argumento para llegar a las anteriores deducciones son
los sucesos de la misma evolución humana en relación directa con quienes han
estado en espacios donde se toman decisiones.
Revisemos brevemente la monarquía.
El Rey sostenía que se encontraba en ese lugar por designio
de Dios. En aquel tiempo se pensaba que era normal pues pocos ponían en duda la
palabra del señor.
Las invasiones fueron producto de las intrigas de la misma
familia del Rey. Los hijos o primos o sobrinos o nietos de aquel Rey ambicionaban
tierras y territorios dónde gobernar, entonces “grillaban” al supremo con
“dichos” y al mismo tiempo maquinaban o realizaban alianzas para quitarle,
robarle o deponer a su familiar que lo veían como enemigo.
En aquellas hostilidades utilizaban a sus gobernados y hasta
empleados como ejércitos para cumplir sus objetivos. Los soldados y pueblo
defendían al Rey y con ello se pensaba que protegían a su país, su
nacionalidad.
A pesar de que ya pasaron doscientos años, por lo menos en
política, parece que el reloj se ha detenido. Actuamos como en aquellos
tiempos.
En México, por ejemplo, es un indicador cómo algunos
apellidos se conservan en el poder desde la Revolución Mexicana. Uno de ellos
es Figueroa en Guerrero. En ese sentido algunos historiadores han calificado a
la evolución mexicana como un asunto de familias. El pleito es entre ellos y a
los demás nos utilizan.
El siguiente párrafo sirva para demostrar ¡en pleno siglo
XXI! cómo nos involucran para sufragar por una familia en el poder.
2011, a más de una década de haberse formalizado la
democracia electoral en México. La competencia política por la gubernatura es
entre un par de primos: Manuel Añorve Baños (PRI) y Ángel Aguirre Rivero (PRD).
En esa rivalidad se defendía, según, un ideario político o, por lo menos, a un
partido.
El hecho concreto, desde una visión política, es que se votó
por una familia o, como hace 200 años, por una monarquía. Ganó Aguirre Rivero.
Dicho lo anterior, se puede derivar que quien se encontraba
detrás del conflicto magisterial era el grupo de Manuel Añorve Baños y su jefe
político Manlio Fabio Beltrones. Es una especie de revancha familiar. O como
hace dos siglos con intrigas. Y utilizaron a los maestros.
Entonces el fin del problema magisterial se puede aducir a
las declaraciones de Añorve Baños, publicadas en medios impresos el lunes 6 de
mayo, donde reconoce que “hay gobierno en el Estado de Guerrero”. Se interpreta
“ya no soy aliado de los maestros”.
Aquí surge la inquietud cómo un personaje tan ajeno a otros
intereses puede incidir. Y todo se reduce a recursos económicos. O, a poco con
los salarios de los maestros podrían sostener un contingente tan numeroso
durante dos meses. No solamente eran alimentos, sino el pago de transporte,
para sus manifestaciones.
Ahora surge otra intriga. Las policías comunitarias en
Guerrero. Tema que sirvió al diputado federal y coordinador de la bancada
priista, Manlio Fabio Beltrones, para reprocharle a Ángel Aguirre Rivero “de
que no se estaba gobernando en Guerrero”.
Así que el siguiente affaire político será si las policías
comunitarias son legales.
Va a ser interesante el debate porque esos organismos de
defensa del pueblo están reconocidos por leyes estatales, nacionales y
extranjeras a través de convenios.
Podrán los diputados federales y locales abrir un debate y
aprobar reformas para desconocer a las policías comunitarias a nivel federal. Pero
dudo que puedan alterar las leyes internacionales. Y si no lo logran, sería suficiente
recordarles que todo lo que firma el gobierno mexicano respecto a convenios
internacionales se equipara a leyes nacionales.
Pero el punto no es lo legal, sino lo político y el tema de
las policías comunitarias les encaja a los opositores del gobernador de
Guerrero para intentar desestabilizarlo. revistaa@yahoo.com
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