La lectura indefectiblemente te
lleva a disfrutar mejor la vida. Objetivo nada sencillo.
Gozar la vida en su estilo más
simple sería vivir, simplemente haber nacido.
Solazarse con la vida y sus
alrededores requiere dinero, como primer obstáculo. Y no es que sea pro
capitalista, dirían los recalcitrantes con ideas socialistas o comunistas.
Sencillo: es la realidad.
Hago un recuento exageradamente
breve de la historia humana en relación con los medios de comunicación.
El libro o la imprenta
(periódicos) fue el tercer medio de comunicación masiva. El primero fue el
lenguaje, seguido por el dibujo.
Se presentó el teatro, luego el
cine, posteriormente la radio, enseguida la televisión y años después internet
para culminar (hasta el momento) con el teléfono celular.
Para que cada una de esas
innovaciones -principalmente desde el tercer eslabón- se requirió del, inevitablemente, dinero, y también, de algunas habilidades.
Con los impresos saber leer; no
todos sabían.
Alguna información del contexto en el caso de teatro y cine.
La radio y la televisión han sido
los medios de comunicación que han llegado al hogar. No requiere de mayor conocimiento.
Quienes requieren de
actualización constante es la internet y los celulares. Así es la tecnología moderna.
Desde la puesta en escena hasta
el celular se requiere de dinero. Por ejemplo, compra de boleto (teatro y cine)
y de los aparatos radiofónico, televisivo, computadora y teléfono.
Para llegar a ese objetivo de la
lectura y no extenderme más, se necesitan dos características: dinero y tiempo.
Los libros no son baratos. Además
momentos para su lectura. Son escasas las personas que se dan tiempo para leer.
Ahora viene, creo, lo complicado.
Saber leer para disfrutarlo. Para esto se requiere conocer, mínimamente, reglas
ortográficas.
Son dos momentos. Leer para
informarse, tal vez, obtener nuevo conocimiento; y, disfrutar el texto.
Quien goza de la lectura obtiene
voluptuosidad por la vida.
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