El fin de semana marcó una nueva ruta
a la política en Guerrero.
El
candidato del PRI a la alcaldía de Chilapa de Álvarez, Guerrero, Ulises Fabián
Quiroz, fue asesinado el viernes y es mala señal para quienes desarrollan este
ámbito de la política y envía otra señal a la ciudadanía: intimidación.
Por otro lado, Chilapa se convierte en
un foco rojo para el quehacer político.
Los últimos hechos de violencia en Chilapa se
registraron el pasado 22 de abril, cuando un comando de hombres fuertemente
armado emboscó a un convoy de policías estatales en las inmediaciones de
Atzacoaloya, con el saldo de un agente muerto.
Hace unos días, la candidata del partido
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Laura Patricia Hernández,
renunció a la candidatura a la alcaldía de Chilapa, argumentando temor por los
hechos de violencia que se viven en la zona.
En tanto, el pasado 25 de abril, el
candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Guerrero, Luis Walton
Aburto, fue retenido y encañonado por un comando de hombres armados, sobre el
bulevar Eucaria Apreza, de la ciudad de Chilapa.
Estos elementos coadyuvan a que la
ciudadanía se ausente de un proceso electoral.
Cuando en realidad en un evento político como el que se celebrará el 7
de junio es la oportunidad real de acceder al poder. No inhibe al voto duro,
pero sí intimida al voto indeciso, el cual deduzco a través de varias
encuestas, oscila entre el 25 por ciento.
El nombramiento de gobernador en la
persona de Rogelio Ortega Martínez trajo como consecuencia la ratificación de
Lambertina Galeana Marín al frente del poder judicial de Guerrero y con ello
conservar la posición de los magistrados al frente del paro de los trabajadores de este sector.
Movimiento que cumpliría mes y medio.
Ya existe un ofrecimiento de
incremento salarial del 10 por ciento, el cual los trabajadores rechazan y la
solicitud de carrera judicial -la otra
demanda- fue aprobada el 15 de enero de este año, y remitido al Secretario
General de Gobierno estatal, para su publicación oficial, el 31 de marzo de
este mismo año.
En
conclusión en este caso del poder judicial si el movimiento parista de los
trabajadores era el de impedir la reelección en el poder judicial tampoco
consiguió su objetivo.
Hoy aparece en la prensa local que de manera intempestiva los empleados del poder judicial concluyeron su paro.
Otra interpretación de la huelga: perseguía conquistas políticas y jamás reivindicatorias para los trabajadores.
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