Se
ha reconocido que el gobierno interino de Rogelio Ortega, con inclinación a la
izquierda, pudo dividir a los de la CETEG; ahora el sexenio de Héctor Astudillo
Flores, está a punto de terminar con la protesta de disímbolos intereses y,
contradictoriamente, el mismo discurso.
Ramos
Reyes Guerrero, la organización de la CETEG que encabezó, estuvo dominando la
parte de sur de la ciudad con la toma del ex Ineban y la avenida de enfrente
que se llama Ruffo Figueroa.
La otra parte de la CETEG se
posesionó del Zócalo cuya cabeza visible es Antonia Morales.
Quien ya entregó el símbolo de
movimiento es Reyes Guerrero. El subsecretario de Educación, Emiliano Díaz
Román, fue el encargado de recibir el inmueble (13 de octubre), pasaron 24
horas y los profesores disidentes desalojaron la avenida donde se encontraban
casas de campaña.
El 16 de octubre, Antonia
Morales, declaró a la prensa que es posible que ya liberen el Zócalo.
La Dirección General de
Comunicación Social difundió una fotografía, el 6 de octubre, donde se
encuentra frente a una mesa oval, el gobernador Héctor Astudillo Flores, el
secretario de Educación José Luis González
de la Vega frente a la facción de Reyes Guerrero.
El pie de foto sólo redactó que
el gobernador se había reunido con los maestros cetegistas. Es decir, fue el
mismo Astudillo quien acordó con las dirigencias el término de la protesta. Y
esto debe tener un reconocimiento político.
Con lo anterior y a partir del
diálogo para llegar a acuerdos es que casi concluye la protesta contra la
Reforma Educativa en Guerrero. Es un triunfo político en dos vertientes.
Las otras entidades en donde
continúa el movimiento son Michoacán, Chiapas y Oaxaca. Una de las virtudes de
Astudillo es que se llevó prácticamente un año; mientras que en Chiapas y
Oaxaca sus gobernadores llevan dos y hasta cinco años gobernando y no han
resuelto sus conflictos.
El caso Michoacán es diferente
porque aquí va llegando Silvano Aureoles.
Se encuentra pendiente, como
todavía muchos los perciben, la problemática de la inseguridad. Pero lo que se
puede reconocer de Héctor Astudillo Flores, es que no descansa en propuestas y
proyectos para disminuirla y acabarla si es posible.
Además, Astudillo es un
gobernador que no descansa los fines de semana, como algunos de sus
antecesores.
No se trata de calificar a los
maestros de derrotados, sino que realizaron su ejercicio político para alcanzar
algunas prebendas.
A las bases, ahora, les toca
presionar a sus dirigencias para conocer cuáles fueron las conquistas
alcanzadas.
Se comenta que hoy 18 de octubre
la facción cetegista de Antonia Morales entrega el zócalo.
Título dos triunfos porque
Astudillo logró unir dos intereses gremiales y culminarlo.
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