jueves, 27 de abril de 2017

Partidos políticos (sistema)

Muchos piensan que el sistema político se encuentra en crisis. Argumentan que la sociedad le ha perdido credibilidad a esas instituciones por los niveles de corrupción muy evidentes de muchos de sus personajes.
Todos los partidos, sin excepción se encuentran en esa vorágine. Unos más que otros.
Y a pesar de ese descrédito, sigue vigente el sistema de partidos.

Unos o muchos dirán que el demérito dirigido a los partidos políticos se patentiza en el alto grado de abstencionismo en un proceso electoral. Señalarán que precisamente en un evento donde tendrían que persuadir al electorado y que acuda a refrendarlos.

Si fuera de esa manera, entonces nunca se hubiera realizado un evento de esa naturaleza. Todos o casi todos los procesos electorales no han concitado al 60 por ciento de la población electoral. Son un rotundo éxito cuando rebasan el 50 por ciento de un padrón.

La gente carece de cultura político. O incluso, se puede llegar a pensar, que los mismos actores políticos diseminan la idea de que la política es asquerosa. Con esa imagen la sociedad se retira de los actos en donde está en juego la toma del poder.

Entonces, los partidos organizados con su voto que le llaman duro (en realidad a éstos si les alcanzan los polvos de la riqueza) es que van a sufragar. Con los pocos votos les dan credibilidad a un evento electoral.

No. No está en crisis el sistema de partidos. Al contrario se fortalece cuando acude al registro de candidaturas independientes. Se puede argumentar que éste tipo de opción es inequitativo, pues si, lo es, pero robustece al sistema político actual.

La otra alternativa, la cual es a largo plazo, es que esa mayoría que no vota entienda la fuerza de su voto de manera organizada. La potencia se ubica en la organización. Si este sector mayoritario se volcara, en un ejercicio, por una opción (vamos a calificar de ciudadana) entendería su poder.

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