De los escasísimos intelectuales y al mismo tiempo políticos en la
historia mexicana lo fue Jesús Reyes Heroles, él nos grabó en la conciencia que
la forma también es fondo. En una paráfrasis le título el jugo de la política o
también le quedaría la esencia del poder.
Algunos comentaristas de la política argumentarán que lo que pretendo sólo
aplica en un ambiente de un partido hegemónico o único. El análisis riguroso me
lleva a establecer que a pesar de la alternancia política (desde su origen
-1997- hasta su consolidación -2000-) el
sistema político unipartidista en México continúa prevaleciendo.
El PAN en el poder político resultó ser una simple pausa, porque el
PRI, con su fuerza política estatal y legislativa, pudo detener las iniciativas
azules. Inventaron por ejemplo la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago)
con dos intenciones: restarle fuerza al poder legislativo federal y que esa
instancia (dada la cantidad de gobernadores priistas) que se convierta en el
organismo de interlocución con el poder ejecutivo).
La izquierda, por su parte, sigue debatiendo, entre sus pírricos
logros y sus miserias ideológicas. Lo peor es que ni siquiera con otro
interlocutor, sino consigo misma.
Así el PRI a nivel nacional ha resultado la fuerza política mejor
organizada. Regresa al poder porque, se quiera o no reconocer, exhibió un
rostro “nuevo o diferente “en Enrique Peña Nieto. Lo que en 2015, en lo local, por
sus propios candidatos revela pocos cambios y ausencia de “otros semblantes”.
La forma es lo que se observa y nos lleva, como sostuvo Reyes Heroles
al fondo.
Si el PRI es la opción política en el país; en Guerrero, hasta el
momento, lo representa el PRD o la izquierda.
En una de las últimas visitas del presidente a Guerrero, le dieron la
palabra el senador perredista, Armando Ríos Piter. Ahí se dedujo que es (era)
el personaje político más popular e incluso se deslizó la idea de que él podía
unir a perredistas y priistas. Se convertía en el guía.
Hasta que llegó otro liderazgo, Andrés Manuel López Obrador y
sentenció que Ríos Piter no era de su agrado. Hay prioridades en Luis Walton y
Lázaro Mazón Alonso, infligió.
Entonces Ríos Piter comenzó a decaer en las preferencias: partidistas,
sondeos y hasta en la cúpula perredista.
Para corroborar lo anterior en el encuentro internacional de la
izquierda celebrado en Acapulco, ya no le dieron la palabra a Ríos Piter, es
más ni apareció en la palestra. Coordinó una mesa, pero, parece ya no es
relevante. Quien habló fue Luis Walton y se pronunció por la unidad de la
izquierda. Es el personaje eximio.
Se ve como una especie de enroque.
La forma dice que Walton ha rebasado a Ríos Piter.
El senador Armando Ríos Piter, para competir contra la izquierda,
podría ser el candidato a gobernador por el PRI y los perredistas que así lo
deseen.
En este escenario habría pasión, competencia política, jugo en la
competencia por el poder en Guerrero entre la izquierda waltonista y el otro
frente con Ríos Piter encabezándolo.
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