Acapulco es el municipio más importante en Guerrero.
El puerto concentra el mayor número de electores con aproximadamente
550 mil de un gran total en la entidad de 2 millones 300 mil ciudadanos. Es
decir, que sólo en este municipio se encuentra la cuarta parte de la votación.
Es importante porque es un lugar paradisíaco y por este hecho es el
más rico económicamente.
En los últimos veinte años quien ha sido presidente municipal se
convierte de manera natural en candidato a la gubernatura. Algunos han logrado
su propósito de conquistar el poder ejecutivo estatal, y es por esta historia,
que es una plataforma política.
En el pasado proceso electoral (2015) el PRD ganó la presidencia
municipal con Evodio Velázquez Aguirre del PRD con una diferencia frente al
priista Marco Antonio Terán Porcayo con apenas 2 mil 500 votos.
Si el PRI hubiera conservado la coalición con el Verde Ecologista le
habría ganado al PRD PT con más de 12 mil votos. Marco Antonio no fue un
candidato identificado con el priismo y aún así obtuvo una buena votación.
La votación, en números redondos, fue la siguiente: 74 mil 500 PRI y
77 mil alianza PRD PT. El verde
consiguió 14 mil votos.
Esto fue el pasado.
El presente refleja que el PRI conserva su votación de acuerdo a los
recientes resultados electorales de comisarios donde el PRD retuvo 39 de 67
espacios. Cantidades traducidas en porcentajes nos da que el partido negro
amarillo tiene el 58 por ciento y 42 para el tricolor.
En 2015, ahora nos enteramos, algunos priistas votaron por el PRD.
Esos priistas son del grupo de Figueroa. Rubén Figueroa Smutny, ahora se
postula para ser precandidato a presidente municipal por Acapulco, y por sus
mismas declaraciones lo haría, siempre y cuando no se reelija Evodio.
Quiérase o no reconocer, Figueroa Smutny tiene un peso político en la
entidad. Claro, siempre y cuando sea respaldado por el padre Figueroa Alcocer.
Por el momento, Figueroa abre un boquete al PRI, aunque sea
mediáticamente, cuando estos tricolores han mostrado unidad y trabajo
partidista en Acapulco.
Resta esperar la posición del padre Figueroa, quien realmente es el
del peso político.
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