sábado, 27 de abril de 2013

Ausencia de autoridad

A raíz de los vandálicos (porque no se pueden calificar de otra manera) acontecimientos provocados por los profesores disidentes del miércoles 24 de abril, en donde incendiaron y saquearon oficinas de tres partidos políticos, resurgieron dos temas con mayor intensidad: la ausencia de autoridad y su consecuencia la ingobernabilidad.

Regresemos un poquito la película.11 de abril. La televisión en directo nos transmite cómo la policía federal repliega a cientos de maestros, quienes armados con palos y tubos intentan “defenderse” de los uniformados. El lugar la autopista del Sol. Más de 4 horas estuvieron varados otros cientos de turistas.

Casi una semana antes los mismos maestros en el mismísimo lugar retuvieron a paseantes 9 horas. Especifico el sitio porque le corresponde al gobierno federal actuar para hacer prevalecer el libre tránsito.

El repliegue o desalojo fue de manera impecable ese 11 del 04. Millones de personas vimos cómo la fuerza física de los policía federales cubriéndose con sus escudos de plástico, sólo empujaban a los (porqué no) enardecidos maestros, quienes con sendos palos y tubos golpeaban la valla humana de color azul.

La tomas de los camarógrafos retrataron cómo los maestros arrancaban de los pilotes de concretos los tubos que sostienen la valla de plástico que sirve de protección para que no deslumbren las luces altas de los autos en sentido contrario. Esta acción es un delito federal.

O más bien dicho son dos delitos. Destruir obras del gobierno federal y obstruir el libre tránsito. Y no se hizo nada porque se consideró una protesta política.

No sé si los mismos maestros u otros diferentes rompieron los vidrios de la Biblioteca del Congreso del Estado. Hasta en dos ocasiones. Aquí se levantaron las denuncias por algunos diputados. Otros, como Héctor Astudillo  Flores, consideró que había que darles un tratamiento político. Alentó a un diálogo y quiso alejar la posibilidad de una demanda jurídica, porque “eso sólo alimenta el rencor”, dijo.

Hasta aquí he escrito una crónica de las respuestas de dos niveles de gobierno (federal y estatal) y de dos poderes (ejecutivo estatal y legislativo estatal) ante el desenvolvimiento de la inconformidad magisterial. Ha prevalecido el tratamiento político. Efectivamente se han levantado las denuncias en contra de los dirigentes, pero se han detenido porque gobierno estatal y magisterio se han reunido para entablar negociaciones. Confirma el gobernador, en entrevista con Carlos Puig, han sido 9 ocasiones. No se olvide que también ha intervenido el gobierno federal, a través del subsecretario de gobernación, Luis Enrique Miranda Nava. Desde la visión jurídica se han tolerado las actitudes magisteriales contrarias a la legalidad. Hasta antes del miércoles 24 de abril, todos (incluido el poder legislativo federal) le estaba apostando a una salida política.

Es decir, no se había hecho valer la norma, a pesar de que sectores sociales locales han exigido se aplique en estricto sentido la ley. Un simple castigo para quienes la infringen.

Pero como estamos hablando de política y aquí no existen amigos sino intereses; ahora, luego de los desmanes de ese 24 abril de 2013 se ha comenzado a escuchar falta de autoridad e ingobernabilidad. Es decir, es el momento de culpar al responsable de gobernar, porque carece de autoridad.

Los maestros ya no se manifestaron en territorio del gobierno federal. Sino que lo hicieron en áreas que le corresponden al gobierno local y hasta municipal. Y además, le subieron de tono a sus protestas. Fueron directamente contra los edificios de partidos políticos: saquearon e incendiaron. Testigos presenciales de ese despliegue magisterial indica que ni siquiera eran 300 profesores y tal vez unos 50 estaban fúricos y eran los que portaban tubos y hachas y palos. El resto del contingente de los maestros observaba los desmanes. Algunos atónitos y otros incrédulos.

La mayoría reprobó el método, o sea la violencia, pero no la lucha que puede ser justa. Las consecuencias de la barbarie magisterial son: pierde credibilidad y hasta legitimidad el movimiento magisterial, y ganan terreno los adversarios políticos del gobernador, porque no ejerció su autoridad.

Ya no sólo lo cuestiona el coordinador de los diputados, Manlio Fabio Beltrones, sino también el ex adversario político y su primo, Manuel Añorve. A ese tema de la ingobernabilidad, se suma el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano. También el presidente de la mesa directiva del PAN, Ernesto Cordero. Hasta el jueves por la noche, en la convención bancaria, el presidente apoya al gobernador y, entonces inclina la balanza a favor del mandatario estatal.

Puede rodar la cabeza de Aguirre. Sí, en condiciones de desventaja política, puede suceder. Son tres partidos los que coinciden y que si llegaran a sumarse en el poder senatorial y legislativo federal, podrían pronunciarse por la desaparición de poderes. Ya le ganaron en el poder legislativo al presidente con un exhorto a que presente su declaración patrimonial. Es decir, políticamente existe un empate entre los grupos priistas para tirar al gobernador de Guerrero. Y para que se vea que Ángel Aguirre no sólo cuenta con el apoyo de quien encabeza el gobierno federal sino también de aliado con el gobierno norteamericano (hoy sábado 27 de abril) circula una fotografía del gobernante estatal con el embajador de Estados Unidos.

Quiero hacer énfasis en mi hipótesis. Un gobierno es derrocado por la clase política y no por movimientos sociales. Y aquí se observa ese fenómeno. Para un servidor el movimiento magisterial ha perdido fuerza por su método de lucha y el trato político acordado (basad o en la negociación) con dos niveles de gobierno, y ahora con la evidencia del uso de la violencia puede verse como método para intentar desestabilizar a un gobernador. Es decir, que se den acontecimientos trágicos. Es irónico ¿no? Pero así funcionan los grupos que hacen política.

Y para que la izquierda, ya sea del PRD o de Morena no eche raíces y se aproveche de esta confusión; ahora resulta que ésta última es la que se dice financió a los maestros.

Conclusión. Por el momento gana el PRI. Podría tirar a un gobernador de “izquierda”, el PRD sale lastimado porque ésta parte furiosa de los maestros se les ha identificado con ellos y le dan un raspada a Morena porque le atribuyen los métodos violentos y el financiamiento. revistaa@yahoo.com

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