Desde la visión política se están
midiendo fuerzas. El gobierno en asociación con otros grupos de poder y los
maestros en solidaridad o simpatía con sectores y organizaciones populares.
Muchos lectores se han de preguntar
qué se disputan. Y como el tema que toco es político, se reduce al control de
las plazas. Ninguno de los dos realmente se encuentra preocupado por la
educación.
La reforma educativa le quita a los
maestros la posibilidad de heredar su empleo. Y ellos es lo que realmente
pelean. Lo nuevo es que el espacio de profesor sea ganado por aptitudes y
cualidades a través de un examen de oposición. Es decir, que muchos entren en
competencia por un trabajo. Lo cual tampoco va a ser de esa manera, sino
simplemente el sector educativa se va a convertir en la caja chica de empleos
de los tres partidos (PRI, PRD y PAN) en el poder.
Eso en el papel es lo mejor. Sin
embargo, quién garantiza que el mejor preparado y más apto se quede con el
empleo. Sostengo que nadie. Veamos mi escepticismo.
A la llegada de la competencia
política se crearon instituciones autónomas, por ejemplo, IFE, TRIFE, IFAI,
Auditorías, Transparencia, y en todas llegan gente exageradamente vinculadas
con partidos políticos. Entonces no son autónomas y traen intereses y hasta
consigna.
El siguiente es el método: se parte
que los integrantes de esos organismos son ciudadanos (se ha probado que no es
de esa manera), los selecciona la institución peticionaria, son reducidos por
el presidente de la República quien los propone a los partidos políticos en el
Congreso, instancia que les toma protesta. Todo queda entre los partidos
políticos.
¿Quién podría decir que en el caso
del organismo evaluador para el ingreso, promoción y reconocimiento de los
maestros va a ser diferente?
El aparato gubernamental presenta
casi todo a su favor. Controla a los diputados y sugiere a sectores productivos
que se manifiesten contra los maestros. Con la firma del Pacto por México el
partido en el poder absorbe a los otros dos de oposición, lo cual le ha llevado
a crear un ambiente social a favor del partido en el poder, evidentemente con
la ayuda de los medios de comunicación.
Los maestros guerrerense han
comenzado a intentar ganar terreno con organizaciones sociales. Algunas
respetables y otras muy cuestionadas. Por ejemplo, honorable la CRAC; controvertida
TADECO porque se inmiscuye en movimientos sociales para sacar provecho.
La sociedad chilpancingueña se ha
polarizado, tal y como lo hizo en la campaña electoral de 2011 cuando votó por
los primos en la conquista por la gubernatura. Me refiero a que en la
incipiente democracia que vivimos, en 2011 en Guerrero, votamos por Ángel
Aguirre Rivero o Manuel Añorve Baños, quienes son familiares muy cercanos. O
sea primos hermanos.
La situación es la siguiente:
¿estás por el libre tránsito? O ¿con la lucha de los maestros? Desgraciadamente
esas son las opciones.
Observo que cientos de personas
simpatizan con los maestros. Y si realmente están con ellos, sugiero, deben
verse junto a ellos. En las calles, en el cierre de calles, avenidas y
carreteras. Pintando edificios públicos. ¿O están con ellos, pero no comparten
sus métodos? Cuestión que no entiendo.
Y como el tema es político porque
cada bando está mostrando su músculo. Vamos a ver qué estrategia presenta ahora
el gobierno con la simpatía de la policía comunitaria frente a la fuerza social
de los maestros.
La imagen social que envían los
comunitarios no me agrada: desfilaron armados. revistaa@yahoo.com
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