martes, 13 de septiembre de 2016

Cae o no Marco Antonio Leyva como presidente municipal de Chilpancingo

Todos los acontecimientos indicaban que Marco Antonio Leyva Mena, presidente municipal de Chilpancingo, tendría que renunciar.

Por lo menos un día a la semana le tomaban las instalaciones, ya sea grupos sociales en demanda de algún servicio o el pago de pensiones por parte de jubilados o una parte de trabajadores sindicalizados.

Sectores del partido tricolor manifiestan su preocupación por la imagen de desinterés que ha mostrado su presidente municipal.

Primero fue la distribución del agua, la cual, habría que reconocer, ha ido solucionándose paulatinamente. Y es que en este tema llega la conducción de Gerardo Nabor Ojeda de la Peña, quien ha sido director de la Comisión de Agua Potable de Chilpancingo (CAPACH) en, por lo menos, 5 ocasiones.

Se puede decir que Nabor Ojeda es experto y ha adquirido experiencia.

Ahora lo ahoga la recolección de basura. En la mayoría de las esquinas de la ciudad capital se puede observar, cada mañana, bultos de residuos. Cajas y bolsas negras atestadas.

No solamente es la recolección de suciedad, sino el lugar donde habrá de depositarse, lo que se conoce como relleno sanitario. Chilpancingo carece de un espacio para tirar el sedimento. Los municipios aledaños como Tixtla y Zumpango, gobernado por perredistas boicotean una posible solución.

A lo mejor es una especie de chantaje para, en las pláticas, aquellos munícipes puedan sacar provecho con recursos para su territorio.

Por otro lado, la mayoría de las calles de Chilpancingo presenta problemas de bacheo. Parecen campo minado.

Esa imagen de suciedad de Chilpancingo, debido a la basura, se ha trasladado en el ícono del presidente municipal. Se ha ensuciado la efigie de la primera autoridad. Y lo que preocupa a los priistas es que esta ilustración se conserve o se recuerde para las elecciones de 2018.

Aunque se observa lejano el acontecimiento, los priistas intentan que se dé un viraje en la actitud de Marco Leyva. Sin embargo, éste personaje sigue dando muestras de petulancia.

Priistas y perredistas exigen su caída. Los primeros no lo manifiestan abiertamente, pero “en corto” muestran su inquietud. Algunos perredistas piden la cabeza de Marco por su indolencia.

Sin embargo, los líderes del partido en el poder federal y estatal sostienen a Marco en la presidencia. Le van a ayudar, para dignificarlo, con la reconstrucción de la avenida Alemán, una de las principales del centro capitalino.

Se supone que tendrían que terminar la obra antes de diciembre, por lo tanto deduzco es el tiempo límite, para luego evaluar el desempeño de Marco.


Es decir, le han abierto un compás de espera. Por el momento no cae.

3 comentarios:

  1. LAS COSAS NO VAN A CAMBIAR, EN EL POCO TIEMPO QUE HA ESTADO HA DEMOSTRADO DE LO QUE ES CAPAZ. SERIA BUENO QUE SU PARTIDO CONSIDERARA EL COSTO POLÍTICO DE MANTENERLO.

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  2. LAS COSAS NO VAN A CAMBIAR, EN EL POCO TIEMPO QUE HA ESTADO HA DEMOSTRADO DE LO QUE ES CAPAZ. SERIA BUENO QUE SU PARTIDO CONSIDERARA EL COSTO POLÍTICO DE MANTENERLO.

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