Tomás Zerón de Lucio era director en jefe
de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la
República (PGR), sitio que le dio la posibilidad de conocer de primera mano lo
sucedido el 26 y 27 de septiembre de 2013 en Cocula, Iguala con los 43 estudiantes
normalistas de Ayotzinapa.
De acuerdo a la información de los
llamados expertos internacionales Zerón de Lucio estuvo un día después de la
supuesta incineración, porque era su trabajo precisamente por el puesto que
ostentaba.
La PGR a través de sus investigaciones
determinó que quemaron a varias personas. Las conclusiones las llamaron “verdad
histórica” Otras investigaciones desmienten esta versión.
En
medio de estos dimes y diretes quitaron al procurador Jesús Murillo Karam de la
PGR y lo enviaron a la Sedatu, Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y
Urbano. Murillo es hombre cercano tanto al grupo Atlacomulo como al grupo de
Carlos Salinas de Gortari. Y para colmo del inicio de las imperfectas
relaciones políticas del grupo Salinas y de Peña Nieto, éste fue el primer
movimiento del gabinete.
Para
corroborar que Murillo Karam es cercano o incluso miembro del grupo salinista
pasa el siguiente proceso: al dejar la Sedatu entra en su lugar Rosario Robles
Berlanga, ex presidenta nacional del PRD y desde este lugar hizo migas con
Salinas de Gortari. Robles dejaba la
codiciada Secretaría de Desarrollo Social, porque representa el acercamiento
con la sociedad menesterosa, la cual atiende al 40 por ciento de la población
general. Es decir, y con la tradición política mexicana, el espacio de la
Sedatu le pertenece a Salinas y aquí dejaron a Murillo Karam.
Murillo
Karam era insostenible ante varias inconsistencias de su trabajo.
Los
expertos internacionales señalaron lo mismo de Zerón de Lucio en su desempeño
al interior de la PGR. Pero ahora sabemos que trae “el manto del señor” como
diría el ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa.
Deja la PGR pero
continúa con un trabajo similar como Secretario Técnico del Consejo de
Seguridad Nacional, gracias a la designación del presidente Enrique Peña Nieto.
Lo que hizo EPN es simplemente un ejercicio de su poder como responsable
del poder ejecutivo, él, Peña Nieto de acuerdo a las leyes “quita o pone a
gente en su administración”.
Y envía ese mensaje de poder dado la debilidad de EPN que se percibe
tanto en su partido como en el aspecto sociológico. Las encuestas de este
momento indican que 2 de cada 10 mexicanos simpatizan o están de acuerdo con
las decisiones del presidente.
Esas muestras de protección de un poder hacia un funcionario sea éste
ineficiente o torpe, ya la vimos en Guerrero con Ángel Aguirre Rivero en la
persona de Juan Salgado Tenorio.
Aguirre Rivero cubría el sexenio gubernamental de Rubén Figueroa Alcocer
y Salgado Tenorio había sido nombrado alcalde de Acapulco. Apareció el fenómeno
natural (huracán) Paulina y destrozo el puerto. Al presidente municipal lo tomó
por sorpresa y se encontraba en estado inconveniente.
Repitió como gobernador Aguirre Rivero a partir de 2011 y volvió a
nombrar a Juan Salgado director del Colegio de Bachilleres. Hubo comentarios
adversos en medios de comunicación por la designación pero no dimitió y el
gobernador tampoco cambió de parecer.
Todavía tenemos rémoras de pensamiento autoritario donde se aplica: el
poder se hizo para ejercerlo y no importa lo que digan.
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