martes, 20 de septiembre de 2016

EPN y Tomás Zerón

Tomás Zerón de Lucio era director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR), sitio que le dio la posibilidad de conocer de primera mano lo sucedido el 26 y 27 de septiembre de 2013 en Cocula, Iguala con los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

De acuerdo a la información de los llamados expertos internacionales Zerón de Lucio estuvo un día después de la supuesta incineración, porque era su trabajo precisamente por el puesto que ostentaba.

La PGR a través de sus investigaciones determinó que quemaron a varias personas. Las conclusiones las llamaron “verdad histórica” Otras investigaciones desmienten esta versión.

En medio de estos dimes y diretes quitaron al procurador Jesús Murillo Karam de la PGR y lo enviaron a la Sedatu, Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Murillo es hombre cercano tanto al grupo Atlacomulo como al grupo de Carlos Salinas de Gortari. Y para colmo del inicio de las imperfectas relaciones políticas del grupo Salinas y de Peña Nieto, éste fue el primer movimiento del gabinete.


Para corroborar que Murillo Karam es cercano o incluso miembro del grupo salinista pasa el siguiente proceso: al dejar la Sedatu entra en su lugar Rosario Robles Berlanga, ex presidenta nacional del PRD y desde este lugar hizo migas con Salinas de Gortari.  Robles dejaba la codiciada Secretaría de Desarrollo Social, porque representa el acercamiento con la sociedad menesterosa, la cual atiende al 40 por ciento de la población general. Es decir, y con la tradición política mexicana, el espacio de la Sedatu le pertenece a Salinas y aquí dejaron a Murillo Karam.


Murillo Karam era insostenible ante varias inconsistencias de su trabajo.


Los expertos internacionales señalaron lo mismo de Zerón de Lucio en su desempeño al interior de la PGR. Pero ahora sabemos que trae “el manto del señor” como diría el ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa.


Deja la PGR pero continúa con un trabajo similar como Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional, gracias a la designación del presidente Enrique Peña Nieto.

Lo que hizo EPN es simplemente un ejercicio de su poder como responsable del poder ejecutivo, él, Peña Nieto de acuerdo a las leyes “quita o pone a gente en su administración”.

Y envía ese mensaje de poder dado la debilidad de EPN que se percibe tanto en su partido como en el aspecto sociológico. Las encuestas de este momento indican que 2 de cada 10 mexicanos simpatizan o están de acuerdo con las decisiones del presidente.

Esas muestras de protección de un poder hacia un funcionario sea éste ineficiente o torpe, ya la vimos en Guerrero con Ángel Aguirre Rivero en la persona de Juan Salgado Tenorio.

Aguirre Rivero cubría el sexenio gubernamental de Rubén Figueroa Alcocer y Salgado Tenorio había sido nombrado alcalde de Acapulco. Apareció el fenómeno natural (huracán) Paulina y destrozo el puerto. Al presidente municipal lo tomó por sorpresa y se encontraba en estado inconveniente.

Repitió como gobernador Aguirre Rivero a partir de 2011 y volvió a nombrar a Juan Salgado director del Colegio de Bachilleres. Hubo comentarios adversos en medios de comunicación por la designación pero no dimitió y el gobernador tampoco cambió de parecer.


Todavía tenemos rémoras de pensamiento autoritario donde se aplica: el poder se hizo para ejercerlo y no importa lo que digan.

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