jueves, 1 de septiembre de 2016

Peña Nieto y Trump

El sentimiento que ha despertado Donadl Trump, candidato del Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, entre los mexicanos es de odio.

Su discurso xenofóbico es la mejor muestra de esa impresión. Sin embargo, lo que realizó el presidente de México, Enrique Peña Nieto, fue una figura que en política se llama diplomacia.

En el terreno político, en lo que se conoce como pragmatismo, se aplica la frase “no te puede pelear con nadie” Porque esa persona, por muy humilde o sencilla que sea, puede llegar a tener poder.

Los calificativos de humilde o sencilla no caben en la descripción de Trump, pero lo que es cierto, en una eventualidad de las consecuencias del juego político, es que Trump presenta una oportunidad de ganar la presidencia.

Y, como político, no puedes exhibirte como enemigo.

No se trata solamente de orgullo, sino de intereses comerciales, en donde van incluidos miles de mexicanos que envían sus productos a norteamérica. La relación bicomercial entre ambas naciones es importante para los mexicanos.

Nosotros dependemos de ellos en más de la mitad de la venta de productos. Ellos –habría que reconocerlo- son el país más rico.

Supongamos que se dé una enemistad entre gobiernos mexicano y de Estados Unidos. El peor escenario sería vernos como Cuba, en donde el tiempo se detuvo y todavía más infame: sin los valores de la revolución castrista.

Peña Nieto realizó una entrevista de alto riesgo con Trump para acrecentar su de por si  mala imagen.
La percepción de los mexicanos es reprobatoria de la visita de Donald Trump.

Lo que pocos entienden es que se hizo diplomacia en detrimento de la figura presidencial y a favor de conservar relaciones comerciales en beneficio de millones de mexicanos.

El contexto internacional indica que vivimos en el neoliberalismo y este sistema se resiste a morir; se renueva. El caso reciente y emblemático de su supervivencia es la misma isla caribeña, quien ha aceptado reiniciar tratados comerciales con quien fuera su súper enemigo: los gringos.


Precisamente en estos días ya se estableció el primer vuelo comercial entre Cuba y Estados Unidos.

Perversidad

En la real politik se es perverso. Por eso surge esta idea.

Los ideólogos del partido Demócrata diseñaron la visita de Trump a México.

Uno de los objetivos era reconfirmar que Trump no está dispuesto a cambiar de opinión respecto al tema migratorio. Aquí en México se mostró mesurado; pero frente a sus simpatizantes en norteamerica mantuvo ese feroz discurso contra los latinos.

Las consecuencias negativas en la persona política de Trump las conoceremos en los resultados de las encuestas.

Es decir, pierde Trump con el electorado gringo y en especial con el sector latino y también pierde imagen Enrique Peña Nieto con su pueblo al haberlo invitado. La percepción social mexicana tiene razón no era el momento, pero el fin justifica los medios.

Peña Nieto, aquí viene lo perverso, queda bien con los dueños del partido demócrata de Estados Unidos, a pesar de perder credibilidad ante la sociedad nacional. 

Como bien se comenta en redes sociales, "otra más de Peña Nieto" pero quienes realmente lo pueden salvar son los próximos ganadores de la presidencia en Estados Unidos, y esos, van a ser los demócratas.

Trump tiene razón

Un amigo me comenta que en el fondo él apoya a Trump. El amigo se ha dedicado a estar al lado de los que menos tienen; no solamente ha sido solidario, sino los ha asesorado jurídicamente.

El siguiente es su justificación para apoyar a Trump.

"Yo dice al igual que Trump pondría una barda y hasta malla de seguridad con electricidad para evitar que entraran a mi hogar a robar. Porque muchos migrantes que llegan a Estados Unidos son escoria de países centroamericanos".

"Mi trabajo me ha costado comprar 'mis cositas' para que otros se metan a la casa y me asalten"

Tema de reflexión.


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