jueves, 29 de septiembre de 2016

¿Gay?

Tener otra preferencia sexual no limita los derechos políticos. Muchos menos derechos humanos.

Así que si una persona gay, lésbica, homo, bi y transexual desea formar una familia para proteger sus bienes, está en su derecho. Así como participar en la toma de decisiones.

Hace años me resistía a la adopción de estos grupos. Mi argumento, ahora lo veo endeble, es que al pequeño lo iban a obligar a ser como ellos.

La naturaleza, es la naturaleza se es o no se es, no creo en esas historias, por muy terribles que sean, que tuercen los gustos sexuales de una persona.

Creo en los que experimentan, ya sea por curiosidad o por conocer cómo es ese ambiente. Pero de ahí a que se rompan, lo dudo. Se han de doblar todo lo que quieran pero no se quiebran.

Entonces las personas de otras preferencias sexuales son ciudadanos. Y tal como lo establece la Constitución tienen derechos y obligaciones.

Derecho a formar una familia ya que han creado un patrimonio y éste debe quedarse en alguno de sus integrantes. Y/o a heredar su caudal tal  y como lo ha realizado una pareja heterosexual.

La comunidad lésbicogay siempre ha existido, en la actualidad ha crecido y se ha diseminado. Y como cualquier grupo lucha por la toma de decisiones.

La iglesia tuvo todo el poder durante 3 siglos y se le conoce como oscurantismo.

El brete con el que vivió la iglesia fue el dogma. Su única verdad y la conservó hasta que ya no pudo más. Bueno, todavía quedan inconvenientes.

Aparece, por ejemplo, en redes sociales argentinas que quien es el Papa tuvo un hijo. Desde mi punto de vista no tiene nada de pecaminoso, finalmente también es un ser humano.

Y como seres humanos se debe pensar en el matrimonio entre personas del mismo sexo y en la adopción.

En el terreno político tiene más fuerza lo que diga la iglesia y esto le traería saldos negativos al partido que llegara a aprobar el matrimonio y la adopción de personas con otras preferencias.

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