La palabra no me gusta, pero así se entiende en términos jurídicos cuando existen problemas poselectorales. Es decir, se dirimen las diferencias en los ámbitos legales.
El primer problema de entablar una demanda de corte jurídico, para un proceso electoral, es que la redacción se apegue a la exigencia de las leyes. Aquí se requiere de expertos; no se trata de decir que se tiene la razón (que puede ser), sino de escribir con argumentos apegados estrictamente a derecho.
Si no llegara a estar debidamente fundamentado la petición podría ser desechada.
Segunda dificultad: Cuando se acude a aspectos legales, lo político –aunque el objetivo es la presión e intentar conservar en la conciencia social que le asiste la verdad- la conclusión la tendrá un organismo creado ex profeso; en este caso el Tribunal Electoral ya sea local o federal.
Tercer aprieto: Se presume que los organismos electorales ya sea estatales o federales no son totalmente autónomos, que sus resoluciones son a modo de quien se encuentra o se sabe va en la ruta del poder.
El cuarto brete es la aportación de pruebas. Este asunto es lo más complicado; por ejemplo, se dice que quien ganó tiene nexos con grupos delincuenciales y es una acusación que tendría que probarse.
Las demostraciones tienen que ser reales, tales como: documentos, audios o videos. En este sentido los documentos verídicos no lo representan “los dichos periodísticos”. Redacciones que en muchas ocasiones son intentos de desestabilizar a un candidato, precisamente porque se dan durante una campaña política.
La quinta dificultad es de índole política interna. En el caso que nos ocupa que se refiere al PRD de Guerrero es la división interna a raíz de dos posiciones políticas: Se impugna el triunfo de Héctor Astudillo Flores como candidato se interpreta como desconocer, también, la conquista de Evodio Velázquez como ganador del puerto de Acapulco.
Ambos se eligieron bajo el mismo método: elecciones y en los bandos se jugaron con las mismas reglas y mañas.
Otros actores políticos legitiman al ahora, gobernador electo.
Conclusión: Una parte del PRD políticamente se aísla.
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