miércoles, 24 de junio de 2015

Neo crisis perredista, Guerrero

La pregunta que se hacen los perredistas es cuál es la principal causa por la que perdieron el poder en 2015 en Guerrero.

La primera respuesta que me viene a la mente es que los votos que obtuvieron los perredistas son los que realmente representa su militancia. Y también su capacidad de persuasión.



Representan la segunda fuerza electoral en la entidad.

Veamos algunas causas externas de "su debilitamiento"


En los eventos anteriores 2005 y 2011 su candidato a gobernador no era hechura de su ideología de izquierda. Tanto Zeferino Torreblanca Galindo como Ángel Aguirre Rivero, en su momento, eran los personajes más populares.


El primero se le identificó como de derecha y el segundo era prominente priista.


La prueba de la popularidad de esos políticos se encuentra en resultados de las casas encuestadoras de su tiempo.


El rasgo de notoriedad orilló a otros partidos a realizar alianzas con esos personajes, no con el partido.


Hasta el PAN participó de esa sociedad a pesar de no comulgar ideológicamente; pero el objetivo era conservar algunos privilegios sólo en la cúpula azul.

Primera premisa: candidato ajeno, popular y una política de alianzas.


Revisemos causas internas.


La que más resalta fue una división perredista por la postulación de la candidata. El signo de vencer una cultura machista tuvo sus costos que, poco a poco, fue derribando pero el tiempo de campaña fue reducido.


Otra característica que generó animadversión interna fue el comportamiento político entre las cúpulas de las corrientes con sus agremiados. Las familias enquistadas en el poder fueron egoístas.


Creo que el peso mayor para la enemistad social fue que muchos de los perredistas no “salpicaron” a otros sectores de los beneficios del poder. Se engolosinaron y casi se quedaron con todo.


Segunda premisa: división interna y soberbia política,acoto el último término a la élite de los grupos o corrientes políticas.


Conclusión: división interna aunado a la ausencia de alianzas más el egoísmo en su comportamiento en el uso del poder llevó a los perredistas a la derrota.


La derrota fue multifactorial. La solución es un cambio de sus representantes políticos y también en la manera de ejercer el poder. 


Sólo ellos, los perredistas, tienen la alternativa.

Su unidad será factor para ser una oposición.

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