Parecería que desapareció el figueroísmo con el triunfo en la gubernatura de Guerrero con Héctor Astudillo Flores. Las diferencias entre el hijo de apellido materno Smutny eran evidentes.
Hace un año, aproximadamente, Astudillo tuvo que dimitir a la coordinación de diputados locales priistas por presiones de su homólogo Figueroa.
El padre, con más oficio político, enviaba señales de reconciliación y amistad.
En las últimas gráficas ya como gobernador electo, Héctor Astudillo (cientos de fotos) no se ha observado una imagen en donde los Figueroa estén al lado o incluso cercano al ganador. Tal suceso indica cierto distanciamiento.
Hubo un momento, durante la campaña a goberndor, en que parecía un rompimiento entre el candidato a gobernador con la familia Figueroa, porque salieron a la luz pública unas grabaciones en donde Smutny y el ganador de la alcaldía de Acapulco, Evodio Velázquez llegaban a acuerdos.
Esas grabaciones se podían leer, políticamente, como una división priista y que ponía en riesgo el triunfo del actual gobernador. Porque el figueroísmo conserva su fuerza política en el Estado de Guerrero. Muchos, todavía, sino es que todos los que desean figurar en la entidad en el ámbito político tienen que pasar aduana con "don Rubén".
Otra lectura de esa misma grabación fue que el figueroísmo enviaba la señal de que sus huestes estaban obligadas a votar por Evodio del PRD para la presidencia del puerto de Acapulco.
Al mismo tiempo otros personajes ampliamente identificados con el figueroísmo estaban trabajando al lado del candidato a gobernador, Héctor Astudillo Flores.
Otra señal del debilitamiento a propósito, en las filas priistas acapulqueñas fue la ausencia de una coalición entre el PRI y su eterno aliado el Verde. Cada uno postuló candidato, por un lado Marco Antonio Terán y Joaquín Badillo, respectivamente. Cuestión que abonaba al derrocamiento del PRI en este lugar.
Entre paréntesis la coalición PRD y PT le dio el triunfo numérico a Evodio Velázquez en la suma de votos. En contraste, esta confusión le restó votos al candidato del PRI.
Otra lectura de la postración del priismo acapulqueño hacia las siglas del PRD fue el nombramiento del candidato en la persona de Marco Antonio Terán Porcayo; es cierto un conocido médico del Centro de Cancerología, sin ser ilustre priista (no había ocupado un cargo ni como militante ni como funcionario).
La misma grabación multicitada "misteriosamente hecha pública" constató la alianza entre Evodio Velázquez y el grupo Figueroa. Al parecer pieza clave para orientar a los figueroístas y dirigirse a apoyar a Evodio.
Y como ya he caracterizado en este espacio que Figueroa juega a todas las velas, precisamente, para no perder. En esta ocasión tampoco fue la excepción. El padre "don Rubén" con Astudillo y el hijo de apellido Smutny con Evodio.
Ganó en Acapulco y también triunfó con el candidato a gobernador de Guerrero.
De la narración anterior infiero que hubo un acuerdo de la elite priista nacional para que Figueroa conservara el poder en Acapulco y se le dieran los espacios a los que tiene derecho por apoyar a Astudillo.
Como va la situación es altamente probable que al figueroísmo le otorguen otro lugar de poder en la Cámara Legislativa en la persona de Cuauhtémoc Salgado Romero.
Conclusión el gran ganador de la contienda en 2015, desde una visión política, fue el grupo Figueroa.
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